Reflexiones y escritos del Comandante en Jefe
Colosal olla de grillos (Noviembre 12 de 2010)
La sublevación en la ONU (Segunda y última parte)
La sublevación en la ONU (Primera parte)
“En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad”
El imperio por dentro (Quinta y última parte) (octubre 15 de 2010)
El imperio por dentro (Cuarta parte) (octubre 13 de 2010)
El imperio por dentro (Tercera parte) (octubre 12 de 2010)
El imperio por dentro (Segunda parte) (octubre 11 de 2010)
El imperio por dentro (Primera parte) (octubre 10 de 2010)
Reflexiones del Compañero Fidel:
Colosal olla de grillos
13 Noviembre 2010
En eso se ha convertido la reunión del G-20 iniciada ayer en Seúl, capital de la
República de Corea.
¿Qué es el G-20?, se preguntarán muchos lectores saturados de siglas. Un
engendro más del poderoso imperio y sus aliados más ricos que crearon el G-7:
Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá. Más
adelante decidieron admitir a Rusia en el club que se llamó entonces G-8.
Con posterioridad se dignaron admitir a 5 importantes países emergentes: China,
India, Brasil, México y Sudáfrica. El grupo se incrementó después con la
admisión de varios países de la OCDE, otra sigla, Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico: Australia, República de Corea y Turquía.
Al grupo añadieron Arabia Saudita, Argentina e Indonesia, y sumaron 19. El
vigésimo miembro del G-20 fue nada menos que la Unión Europea. Un país, España,
ostenta desde este año 2010 la singular denominación de “invitado permanente”.
Otra importante reunión de alto nivel internacional tiene lugar casi
simultáneamente en Japón, la de APEC. Si los pacientes lectores suman al grupo
anterior los siguientes países: Malasia, Brunei, Nueva Zelanda, Filipinas,
Singapur, Tailandia, Hong Kong, Taipei de China, Papúa-Nueva Guinea, Chile, Perú
y Vietnam; con importantes intercambios comerciales y todos bañados por las
aguas del Pacífico, tienen lo que se llama APEC: Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico, el rompecabezas completo. Les faltaría solo el mapa; una laptop
lo puede suministrar perfectamente.
En tales eventos internacionales se discuten los aspectos fundamentales de la
economía y las finanzas del mundo. El Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial, con poder decisivo en los asuntos financieros, tienen su dueño: Estados
Unidos.
Es importante recordar que al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la industria
y la agricultura de Estados Unidos estaban intactas; las de Europa Occidental,
totalmente destruidas salvo excepciones como Suiza y Suecia; la URSS,
materialmente arrasada y enormes pérdidas humanas que rebasaban los 25 millones
de personas; Japón vencido, arruinado y ocupado. Alrededor del 80% de las
reservas en oro del mundo habían pasado a Estados Unidos.
Entre el 1º y el 22 de julio de 1944, en un aislado aunque amplio y confortable
hotel de Bretton Woods, pequeña localidad del estado de New Hampshire al noreste
de Estados Unidos, se produjo la Conferencia Monetaria y Financiera de la recién
creada Organización de Naciones Unidas.
Estados Unidos obtuvo el excepcional privilegio de convertir su papel moneda en
divisa internacional, convertible en oro a la tasa fija de 35 dólares la onza
Troy. Como la inmensa mayoría de los países depositan sus reservas de divisa en
los propios bancos de Estados Unidos, lo cual equivale a un considerable
préstamo al país más rico del mundo, la convertibilidad al menos establecía un
tope a la impresión sin límites de papel moneda. Y al menos significaba una
garantía para el valor de las reservas de los países depositadas en sus bancos.
Partiendo de ese enorme privilegio, y en tanto la emisión de billetes tenía el
limitante de su convertibilidad en oro, el poderoso país acrecentaba su control
sobre las riquezas del planeta.
Las aventuras militares de Estados Unidos en alianza con las antiguas potencias
coloniales, en especial el Reino Unido, Francia, España, Bélgica, Holanda y la
recién creada Alemania Occidental, lo condujeron a guerras y aventuras militares
que pusieron en crisis el sistema monetario nacido en Bretton Woods.
En la época de la guerra genocida contra Vietnam, país en el que Estados Unidos
estuvo a punto de emplear las armas nucleares, el Presidente norteamericano tomó
la desvergonzada decisión unilateral de suspender la convertibilidad del dólar.
Desde entonces la emisión del papel moneda no tuvo límites. De tal forma abusó
de ese privilegio que el valor de la onza Troy de oro pasó de 35 dólares a
cifras que han rebasado ya los 1 400 dólares, es decir, no menos de 40 veces el
valor que mantuvo durante 27 años, hasta 1971 en que Richard Nixon adoptó la
funesta decisión.
Lo peor de la actual crisis económica que hoy golpea a la sociedad
norteamericana es que las medidas anti crisis de otros momentos de la historia
del sistema capitalista imperialista de Estados Unidos no han logrado reanudar
su marcha normal. Sumido en una deuda del Estado que se aproxima a los 14
millones de millones, es decir, tanto como el PIB de Estados Unidos, el déficit
fiscal se mantiene; los enormes gastos para salvar los bancos y la reducción
casi a cero de las tasas de interés apenas reducen por debajo de 10% el nivel de
desempleo, ni el número de familias cuyas viviendas están siendo rematadas.
Crecen los gigantescos presupuestos destinados a la defensa que superan a los
del resto del mundo, y más grave todavía: los destinados a la guerra.
El Presidente de Estados Unidos, electo hace apenas dos años por uno de los
partidos tradicionales, ha sufrido la mayor derrota que se recuerda en los
últimos tres cuartos de siglo. En tal reacción se mezclan la frustración y el
racismo.
El economista y escritor norteamericano William K. Black estampó una frase
memorable: “La mejor forma de robar a un banco es ser su dueño”. Los sectores
más reaccionarios de Estados Unidos se afilan los dientes haciendo suya una idea
que sería la antítesis de la de los bolcheviques en octubre de 1917: “Todo el
poder para la extrema derecha de Estados Unidos”.
Al parecer, el Gobierno de Estados Unidos con sus medidas tradicionales anti
crisis, acudió a otra decisión desesperada: la Reserva Federal anunció que
compraría 600 mil millones de dólares norteamericanos antes de la reunión del
G-20.
El miércoles 10 de noviembre, una de las más importantes agencias de prensa de
Estados Unidos informó: “El presidente Barack Obama llegó a Corea del Sur para
participar en reuniones de los 20 principales poderes económicos del mundo.
“Las tensiones sobre políticas monetarias e intereses comerciales se han hecho
notar antes de la cumbre del Grupo de los 20. El ambiente ha quedado caldeado
debido a una decisión de Estados Unidos de inundar su débil economía con 600.000
millones de dólares en efectivo. La maniobra ha enfurecido a líderes de
alrededor del mundo.
“Obama, sin embargo, ha defendido la medida tomada por la Reserva Federal.”
La misma agencia comunicó a la opinión mundial el 11 de noviembre:
“Un fuerte sentimiento de pesimismo envolvió el inicio de una cumbre económica
de los principales países ricos y en desarrollo el jueves, a la que arribaron
los líderes mundiales profundamente divididos sobre sus políticas monetarias y
comerciales.
“Fundado en 1999 y elevado a nivel de cumbre hace dos años, el Grupo de los 20
(G-20, un foro que abarca a países desarrollados como Estados Unidos y Alemania,
al igual que a gigantes emergentes como China y Brasil) se ha convertido en la
pieza central de los esfuerzos gubernamentales para reactivar la economía global
y evitar otro colapso financiero mundial…”
“Un fracaso de la Cumbre de Seúl tendría consecuencias graves. El riesgo es que
los países procuren mantener sus divisas artificialmente bajas para darles a sus
exportaciones una ventaja competitiva en los mercados mundiales y eso llevaría a
una destructiva guerra comercial.
“Además, los países se verían tentados a colocar aranceles a las importaciones,
una repetición de las políticas que agravaron la Gran Depresión de la década de
1930.”
“Algunos países, como por ejemplo Estados Unidos, creen que la prioridad máxima
es presionar a China para que permita la reevaluación de su moneda frente a
otras divisas, de modo que se reduzcan los enormes superávit comerciales del
gigante asiático con Washington al encarecer las exportaciones chinas y abaratar
las importaciones estadounidenses.
“Otros países están furiosos por los planes de la Reserva Federal estadounidense
de inyectar 600.000 millones de dólares frescos a la débil economía del país.
Ven esa acción como una medida egoísta para llenar los mercados con dólares,
disminuyendo así el valor del billete verde y dándoles a los exportadores
estadounidenses una ventaja de precios injusta.
“Los países del G-20 [...] encuentran poco terreno común en el tema más molesto:
qué se puede hacer con una economía mundial que depende de los enormes déficit
comerciales de Estados Unidos con China, Alemania y Japón.”
“El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió el jueves que el
mundo iría a la bancarrota si los países ricos recortan su consumo y tratan de
obtener prosperidad sólo en base a las exportaciones.”
“‘Si los países más ricos no están consumiendo y todos quieren propagar su
economía con base en las exportaciones, el mundo irá a la quiebra porque no
existe alguien que compre. Todo el mundo quiere vender’…”
“La cumbre comenzó con cierto pesimismo para Obama y el presidente surcoreano,
Li Myung-bak, cuyos ministros no lograron llegar a un acuerdo sobre un tratado
de libre de comercio, estancado desde hace tiempo y del que había esperanzas
para que se resolviera esta semana.”
“Los mandatarios del G-20 se reunieron el jueves por la noche en el Museo
Nacional de Corea en Seúl para la cena que marcó el inicio oficial de la
cumbre.”
“En las calles aledañas, varios miles de manifestantes protestaron contra el
G-20 y el gobierno de Corea del Sur.”
Hoy, jueves 12, la cumbre concluyó con una declaración de 20 puntos y 32
párrafos.
Como es de suponer el mundo no está constituido solo por 32 países en total que
integran el G-20 o solo la APEC. Los 187 que votaron a favor de eliminar el
bloqueo a Cuba frente a los dos que votaron por mantenerlo y los tres que se
abstuvieron, suman 192. Para 160 de ellos no existe tribuna alguna donde hablar
una palabra sobre el saqueo imperial de sus recursos y sus urgentes necesidades
económicas. En Seúl la Organización de Naciones Unidas ni siquiera existe. ¿Esa
benemérita institución no dirá siquiera una palabra?
En estos mismos días llegaron noticias verdaderamente dramáticas de Haití -donde
un sismo mató en cuestión de minutos alrededor de 250 mil personas en enero de
este año- a través de agencias europeas de noticias:
“Las autoridades haitianas advierten de la rapidez con que la epidemia de cólera
se está extendiendo por la ciudad de Gonaives, en el norte de la isla. El
alcalde de esta localidad costera, Pierreleus Saint-Justin, asegura haber
enterrado personalmente a 31 personas el martes, a la espera de dar sepultura a
otros 15 cadáveres.
“‘Otros podrían estar muriendo mientras hablamos’, ha declarado. [...] desde el
5 de noviembre se han inhumado 70 cuerpos solo en el núcleo urbano de Gonaives,
pero ‘hay más gente que murió en áreas rurales’ cercanas a la ciudad.”
“…la situación ‘se está volviendo catastrófica’ en Gonaives [...] las
inundaciones causadas por el huracán ‘Tomás’ pueden hacer que empeore la
situación.”
“Las autoridades sanitarias de Haití elevaron el miércoles a 643 el balance de
víctimas por la enfermedad en todo el país hasta el 8 de noviembre. El número de
contagiados de cólera en el mismo período es de 9 971. Las emisoras de radio
informan de que las cifras que se darán a conocer el viernes podrían hablar de
incluso más de 700 muertos.”
“…el Gobierno afirma ahora que la enfermedad está incidiendo gravemente en la
población de Puerto Príncipe y amenaza los suburbios de la capital, donde más de
un millón de personas continúan viviendo en tiendas de campaña desde el
terremoto del 12 de enero.”
Hoy los despachos cablegráficos hablaban de 796 muertos y 12 303 personas
afectadas.
Más de 3 millones de habitantes están amenazados, muchos de ellos viviendo en
tiendas de campaña y en las ruinas que dejó el terremoto, sin agua potable.
La principal agencia norteamericana informó ayer:
“La primera parte del Fondo Estadounidense de Reconstrucción para Haití está en
camino, más de siete meses después de haber sido prometido para ayudar a la
reconstrucción del país luego del devastador terremoto de enero.”
“…transferirá en los próximos días 120 millones de dólares -aproximadamente una
décima parte de la cantidad total prometida- al Fondo de Reconstrucción de Haití
manejado por el Banco Mundial, dijo P. J. Crowley, vocero del Departamento de
Estado.”
“Un asistente del Departamento de Estado dijo que el dinero destinado al fondo
será utilizado en retiro de escombros, vivienda, crédito, apoyo al plan de
reforma educativa del Banco Interamericano de Desarrollo y para apoyar el
presupuesto del gobierno haitiano.”
De la epidemia de cólera, una enfermedad que ya afectó durante años a muchos
países de Suramérica, y puede extenderse por el Caribe y otras partes de nuestro
hemisferio, no se dice una palabra.
Fidel Castro Ruz
Noviembre 12 de 2010
8 y 49 p.m.
La sublevación en la ONU
(Segunda y última parte)
1 Noviembre 2010
Cuando Bruno concluyó su intervención cerca del mediodía el pasado 26 de octubre
correspondía el turno, como es norma, a las explicaciones de voto, antes de que
el Proyecto fuese sometido a votación.
Habló primero el embajador de Estados Unidos Ronald D. Godard, asesor principal
del área para Asuntos del Hemisferio Occidental, jefe de la delegación de su
país. Sus inusitadas palabras hacen innecesario el análisis para demostrar que
las denuncias del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba eran rigurosamente
justas. Bastan sus propias afirmaciones para reflejar la entraña cínica de la
política de ese país.
“…Estados Unidos [...] está firmemente comprometido con el apoyo al deseo del
pueblo cubano de determinar libremente el futuro de su país.”
“…Estados Unidos [...] tiene el derecho soberano de decidir sus relaciones
económicas con otro país. Las relaciones económicas de los Estados Unidos con
Cuba es un asunto bilateral [...] dirigidas a alentar un clima más abierto en
Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.”
“No debemos perder de vista ese hecho en un debate plagado de argumentos
retóricos del pasado y enfocado en diferencias tácticas, en un debate que nada
hace para ayudar al pueblo cubano.”
“Mi delegación lamenta que la delegación de Cuba continúe, año tras año,
calificando de manera inapropiada e incorrecta las restricciones comerciales a
Cuba como un acto de genocidio. [...] Estados Unidos no impone ninguna
restricción a la ayuda humanitaria a Cuba…”
“En 2009, Estados Unidos [...] autorizó 237 millones de dólares en asistencia
humanitaria privada en forma de regalos con alimentos y otros productos
esenciales, donaciones humanitarias no agrícolas y donaciones médicas.”
“En abril de 2009, el Presidente Obama indicó que ‘Estados Unidos busca un nuevo
comienzo con Cuba’, pero que ‘hay un trayecto más largo aun que es preciso
recorrer para superar décadas de desconfianza’. [...] hemos iniciado
conversaciones para restablecer el servicio postal directo entre los Estados
Unidos y Cuba y hemos incrementado los intercambios artísticos y culturales…”
“El Presidente Obama ha dicho públicamente que la liberación de prisioneros
políticos y las reformas económicas son positivas para el pueblo cubano. Estados
Unidos espera ver el cumplimiento de dichas promesas pronto, así como una mayor
apertura por parte del gobierno cubano como muestra de su voluntad de
relacionarse constructivamente con su propio pueblo. [...] Estados Unidos
considera que no podrá plenamente alcanzarse una nueva era en las relaciones
Estados Unidos-Cuba hasta que el pueblo cubano disfrute de las libertades
políticas y económicas internacionalmente reconocidas, que este órgano ha hecho
tanto por defender en otros países alrededor del mundo.”
“Mi delegación votará contra esta resolución.
Estados Unidos considera que es hora de que este órgano centre sus energías en
el apoyo al pueblo cubano en su lucha por decidir su propio futuro e ir más allá
de los gestos retóricos que representa esta resolución.
“Gracias señor Presidente.”
De inmediato, explicó su intención de voto la jefa de la delegación de
Nicaragua, cuyo pueblo conoció en sus entrañas la guerra sucia de Ronald Reagan
que tanta sangre costó. Sus palabras fueron contundentes.
Se produce la votación y 187 países votaron a favor de la Resolución; dos votos
en contra: Estados Unidos e Israel, su inseparable aliado en las acciones
genocidas; y tres abstenciones: Islas Marshall, Micronesia y Palau. Ningún país
de los 192 miembros de la ONU dejó de participar.
Concluida ésta, la representación de Bélgica, a nombre de la Unión Europea,
aliada de Estados Unidos, abrió la participación de las delegaciones que
deseaban explicar su voto.
Después usaron de la palabra 16 países con destacado protagonismo en la política
internacional, para explicar por qué votaron a favor de la Resolución, en el
siguiente orden: Uruguay, Bolivia, Angola, Myanmar, Suriname, Belarús, Saint
Kitts y Nevis, Laos, Tanzania, Libia, Siria, Sudán, Vietnam, Nigeria, San
Vicente y las Granadinas y la República Popular Democrática de Corea.
Permítase recordar que muchos países se abstuvieron de usar la palabra a
solicitud de nuestra propia delegación, para que el proceso de votación no se
dilatara demasiado en detrimento del mejor horario para la divulgación del
debate, y el esfuerzo agotador que implicaba la participación de un número mayor
de oradores. A pesar de eso, 37 delegaciones hablaron en términos claros y
precisos a favor del justo Proyecto que por decimonovena vez aprobaba la
Asamblea General de Naciones Unidas. Esta vez fue el más dilatado y enérgico
debate sobre el delicado e importante tema.
A las 4 y 17 p.m. se escuchó la réplica de Cuba a través del Ministro de
Relaciones Exteriores de nuestro país.
Lo esencial que dijo, aunque casi todo el texto era esencial, fue:
“Señor Presidente:
“Agradezco mucho sus palabras a los trece oradores y a las delegaciones
presentes en esta imprevista sesión vespertina.
“Sobre lo dicho por Estados Unidos y la Unión Europea:
“Esta es la decimonovena ocasión en que la delegación de Estados Unidos nos
repite lo mismo.
“El bloqueo es un acto de guerra económica y un acto de genocidio.
“¿Será que el Departamento de Estado no ha hecho la tarea, no ha estudiado el
asunto?
“El año pasado leí aquí los artículos de las Convenciones correspondientes…”
“Ya leí hoy aquí el famoso Memorandum del señor Mallory.
“No son ‘argumentos ideológicos’ del pasado. El bloqueo es un viejo témpano que
queda de la Guerra Fría. El asunto no es la retórica, sino el acto de agresión a
Cuba.
“El propósito de Estados Unidos no es ayudar ni apoyar al pueblo cubano. Se sabe
que el bloqueo provoca privaciones y sufrimientos. No provoca muertes porque la
Revolución cubana lo impide. ¿Cómo podría explicarse que se castigue a los niños
cubanos como se ha descrito aquí? Si se quisiera ayudar o apoyar al pueblo
cubano, lo único que habría que hacer es levantar el bloqueo de inmediato.
“¿Por qué impiden a los norteamericanos visitar Cuba y recibir información de
primera mano? ¿Por qué restringen los llamados contactos ‘pueblo a pueblo’?
“Los pretextos para el bloqueo han ido cambiando. Primero la supuesta
pertenencia al eje chino-soviético, después la llamada exportación de la
Revolución a América Latina, luego la presencia de tropas cubanas en África para
ayudar a derrotar al apartheid, a preservar la independencia de Angola y lograr
la de Namibia.
“Después, la manipulación sobre los derechos humanos. Pero el bloqueo es una
violación brutal de los derechos humanos de los cubanos.
“Estamos dispuestos a discutir sobre violaciones de derechos humanos. Podemos
empezar por el campo de concentración de Guantánamo, donde se tortura y no
existe el hábeas corpus. Es el reino de las ‘Comisiones Militares’, fuera del
Estado de derecho. ¿Podría la delegación norteamericana explicar qué pasó en los
campos de Abu Ghraib, Bagram y Nama?
“¿Se instruyó de cargos a los responsables? ¿Se instruyó de cargos a quienes
autorizaron en los gobiernos europeos las cárceles secretas en Europa y los
vuelos secretos de la CIA con personas secuestradas? ¿Podría aclararlo el
representante de la Unión Europea?
“Podemos hablar de Wikileaks. ¿Por qué no nos cuentan algo sobre las atrocidades
que recogen los 75 mil documentos sobre crímenes en Afganistán y los 400 mil
sobre Iraq?”
“Los cambios en Cuba son asunto de los cubanos. Cambiaremos todo lo que deba ser
cambiado, para bien de los cubanos, pero no le pediremos opinión al gobierno de
Estados Unidos. Escogimos libremente nuestro destino. Para eso hicimos una
Revolución. Serán cambios soberanos, no ‘gestos’. Sabemos que para Estados
Unidos lo único suficiente sería instaurar en Cuba un gobierno pro-yanqui. Pero
eso no va a ocurrir.”
“¿Quieren cooperación entre nuestras universidades? Eliminen las restricciones a
los intercambios académicos, estudiantiles, científicos y culturales y permitan
establecer acuerdos entre esas instituciones.
“¿Quieren cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de
personas, los desastres naturales, el correo postal? Respondan, al menos, las
propuestas que hemos presentado hace más de un año, sin condición alguna.”
“Un alto funcionario de la USAID confirmó ayer al periodista Tracey Eaton que,
en el último período, han hecho llegar 15,6 millones de dólares a (cito)
‘individuos en el terreno en Cuba’. Así llaman a sus mercenarios.
“Las transmisiones ilegales de radio y televisión siguen.
“Los Cinco antiterroristas cubanos siguen en injusta prisión. Recientemente se
ha sometido, sin motivo, a Gerardo Hernández Nordelo a confinamiento solitario y
se le ha denegado atención médica.
“Terroristas internacionales confesos como Orlando Bosch y Posada Carriles se
pasean libremente en Miami e incluso hacen allí actividad política.”
“El bloqueo es abusivamente extraterritorial y afecta a todos los aquí
presentes. No es un hecho bilateral.
“Señor Presidente:
“A lo ya dicho sobre la Unión Europea tengo poco que añadir.
“No le reconocemos autoridad moral ni política alguna para criticar en materia
de derechos humanos.
“Haría mejor en ocuparse de su brutal política anti-inmigrantes, de la
deportación de minorías, de la violenta represión contra los manifestantes y de
la creciente exclusión social de sus desempleados y sectores de menos ingresos.
“El Parlamento Europeo, con toda desvergüenza y de manera infame, se dedica a
premiar a los agentes pagados del gobierno de Estados Unidos en Cuba.
“Pero la Unión Europea sueña si cree que podrá normalizar las relaciones con
Cuba, existiendo la llamada Posición Común.
“Muchas gracias”
Todos esperábamos la respuesta de Estados Unidos a la réplica de Bruno. Lo mejor
que hizo en su vida el embajador y la delegación -que no tuvo el gesto
despectivo de abandonar la sala-, fue resistir a pie firme aquella andanada de
argumentos irrebatibles. La réplica de Cuba los dejó paralizados; tuve la
sensación de que se iban desvaneciendo progresivamente hasta desaparecer de la
escena.
En 50 años de bloqueo la superpotencia no ha podido, ni podrá, derrotar a la
Revolución Cubana. No me dediqué al ejercicio de contar los votos a favor o en
contra de la “Resolución”. Observé, en cambio, el calor y la convicción de los
que hablaron contra la injusta y arbitraria medida. Es un error creer que esa
medida se puede mantener indefinidamente. Fue una sublevación. Los pueblos están
cansados ya de agresiones, saqueos, abusos y engaños.
Nunca las delegaciones expresaron con más vigor su protesta contra la burla que
implica el desprecio a la justa condena de la comunidad mundial contra un acto
de genocidio que se reitera año por año. Están conscientes de que lo más grave
es el saqueo sistemático de sus recursos naturales impuesto a la mayoría de los
pueblos del planeta, la progresiva escasez de alimentos, la destrucción del
medio ambiente, el creciente número de guerras genocidas contra otros pueblos,
apoyadas en bases militares ubicadas en más de 75 países, y el creciente peligro
de una conflagración suicida para todos los pueblos del mundo.
La ONU no puede existir sin la presencia de los pueblos que vienen exigiendo el
cese del bloqueo. Esa institución, nacida cuando la inmensa mayoría no éramos
siquiera independientes, ¿para qué sirve sin nosotros? ¿Qué derecho nos asiste,
si no podemos siquiera demandar que cese el bloqueo impuesto contra un pequeño
país? De una forma o de otra nos han subordinado a los intereses de Estados
Unidos y la OTAN, organización militar belicista que derrocha más de un millón
de millones de dólares cada año en guerras y armas, que serían más que
suficientes para llevar lo esencial a todos los pueblos del mundo.
Muchos países del Tercer Mundo se ven obligados a buscar soluciones con
independencia de lo que ocurra a los demás; es como marchar sobre una estera que
se mueve en sentido inverso a más velocidad.
Hace falta una ONU verdaderamente democrática y no un feudo imperial en el que
la inmensa mayoría de los pueblos no cuenta para nada. La ONU, fundada antes de
finalizar la Segunda Guerra Mundial, está ya agotada. No permitamos que nos
impongan el ridículo papel de reunirnos una vez más dentro de 12 meses para
burlarse de nosotros. Hagamos sentir nuestra demanda y salvemos la vida de
nuestra especie antes de que sea ya demasiado tarde.
Fidel Castro Ruz
Noviembre 1 de 2010
5 y 53 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
La sublevación en la ONU
(Primera parte)
Fidel CastroLa reunión el pasado martes 26 de octubre de la Asamblea General de
la ONU, que se supone sea la máxima autoridad política del planeta, fue
convocada con un objetivo tantas veces repetido que ya es familiar: "Necesidad
de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos de América contra Cuba."
Es el proyecto más discutido, más aprobado y nunca cumplido en la historia de
las Naciones Unidas.
Todos sabemos que, si tal imputación se hiciera contra Cuba o cualquier otro
país latinoamericano o caribeño, y éste no se diera siquiera por aludido, sobre
ese país lloverían raíles de punta. El acto detestable que con tanta claridad y
precisión se atribuye a "Estados Unidos de América", cuyo cese se demanda, está
calificado en el derecho internacional como "acto de genocidio".
Se eleva ya a 19 el número de veces que, desde el año 1992, se viene aprobando
por la Asamblea General, demandando el cese de esa abusiva y criminal acción.
Pero si crecía el número de veces que se reiteraba y aprobaba la Resolución,
crecía también el número de países que le ofrecían su apoyo, disminuía el de los
que se abstenían y el minúsculo grupito que votaba contra ésta. En la última,
fueron ya solamente dos los que la rechazaron y tres los que se abstuvieron al
votar, cuyos nombres corresponden a pequeños Estados que en realidad son
dependencias coloniales de Estados Unidos.
Un hecho a tener en cuenta es que en el mundo se han producido grandes cambios
desde que se fundó la ONU, cuando todavía no habían cesado los combates de la
Segunda Guerra Mundial, que costó 50 millones de vidas y una enorme destrucción.
Muchos países que hoy constituyen la mayoría de las Naciones Unidas, eran
todavía colonias de las potencias europeas, que se habían apoderado por la
fuerza del territorio de la mayor parte del mundo y, en algunos continentes,
casi de su totalidad. Cientos de millones de personas, en no pocos casos, de
civilizaciones mucho más antiguas y de superior cultura, fueron sometidos al
coloniaje en virtud de la superioridad en armamento de los agresores.
Cuba no fue una excepción.
En este hemisferio, la última colonia de España fue nuestro país, por sus
riquezas en productos agrícolas escasos y de gran demanda entonces, que surgían
de las manos laboriosas de campesinos libres y cientos de miles de esclavos de
origen africano. Cuando las demás colonias de España se habían liberado en las
primeras décadas del siglo XIX, ésta mantenía con mano de hierro y los métodos
más despóticos su colonia en Cuba.
En la segunda mitad de ese siglo, nuestra isla, en la que España soñó tener un
baluarte para la reconquista de sus antiguas colonias en Suramérica, fue cuna de
un profundo sentimiento nacional y patriótico. El pueblo cubano inició la
batalla por su independencia casi 70 años después que las demás naciones
hermanas de América Latina, sin más armas que el machete con que se cortaba la
caña, y el brío y la rapidez de los caballos criollos. En poco tiempo los
patriotas cubanos se volvieron temibles soldados.
Treinta años más tarde nuestro sufrido pueblo estaba a punto de alcanzar sus
objetivos históricos en la lucha heroica contra una decadente pero tozuda
potencia europea. El ejército español, a pesar del enorme número de soldados que
contaba, era ya incapaz de mantener la posesión de la isla, donde sólo
controlaba las principales áreas urbanas y estaba a punto del colapso.
Fue entonces cuando el pujante imperio, que nunca ocultó su intención de
apoderarse de Cuba, interviene en aquella guerra tras declarar cínicamente que
"el pueblo de la isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente".
Finalizada la contienda, a nuestro país se le negó el derecho a participar en
las negociaciones de paz. El gobierno español consumó la traición a Cuba
poniéndola en manos de sus interventores.
Estados Unidos se apoderó de los recursos naturales, las mejores tierras, el
comercio, los bancos, los servicios y las principales industrias del país. Nos
convirtió en neocolonia. Eso tuvimos que soportar durante más de 60 años, pero
volvimos a ser independientes y jamás dejaremos de luchar. Con estos
antecedentes, los lectores de otros países comprenderán mejor las palabras de
nuestro canciller Bruno Rodríguez el 26 de octubre de este año.
El debate comenzó a las 10 de la mañana.
Primero hablaron 5 países en nombre del Grupo de los 77, el Movimiento de Países
No Alineados, la Unión Africana, el CARICOM y el MERCOSUR, apoyando todos la
Resolución.
Después hicieron uso de la palabra 14 países, entre ellos dos que tienen más de
mil millones de habitantes cada uno: China e India, con casi 2 500 millones
entre ambos; otros que cuentan con más de cien, como la Federación Rusa,
Indonesia y México; otros 9 con reconocido papel en la vida internacional:
Venezuela, República Islámica de Irán, Argelia, Sudáfrica, Islas Salomón,
Zambia, Gambia, Ghana y Barbados; 19 intervenciones antes de Bruno.
Su discurso fue lapidario. Citaré muchas veces párrafos enteros de sus palabras.
Lo inició con una referencia a los graves peligros de guerra que nos amenazan y
añadió:
"Para sobrevivir, es imprescindible un salto en la conciencia de la Humanidad,
sólo posible mediante la difusión de información veraz sobre estos temas que la
mayoría de los políticos esconden o ignoran, la prensa no publica y que, para la
gente, son tan horrorosos que parecen increíbles."
"... la política de los Estados Unidos contra Cuba no tiene sustento ético o
legal alguno, credibilidad ni apoyo. Así lo demuestran los más de 180 votos en
esta Asamblea General de las Naciones Unidas que en los últimos años han
reclamado que se le ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero."
"El rechazo de América Latina y el Caribe es enérgico y unánime. La Cumbre de la
Unidad, celebrada en Cancún, en febrero del 2010, lo expresó resueltamente. Los
líderes de la región lo han comunicado directamente al actual Presidente
norteamericano. Puede asegurarse que el repudio expreso al bloqueo y a la Ley
Helms-Burton identifica, como pocos temas, al acervo político de la región.
"Visiones igualmente inequívocas han sido refrendadas por el Movimiento de
Países No Alineados, por las Cumbres Iberoamericanas, por las Cumbres de América
Latina y el Caribe con la Unión Europea, por la Unión Africana, por las Cumbres
del Grupo ACP y prácticamente por cualquier conjunto de naciones que se haya
pronunciado a favor del Derecho Internacional y el respeto a los principios y
propósitos de la Carta de la ONU.
"Es amplio y creciente el consenso en la sociedad norteamericana y en la
emigración cubana en ese país contra el bloqueo y a favor del cambio de política
hacia Cuba. [... ] el 71% de los estadounidenses abogan por la normalización de
las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos... "
"Las sanciones contra Cuba permanecen intactas y se aplican con todo rigor.
"En el año 2010, el cerco económico se ha endurecido y su impacto cotidiano
sigue siendo visible en todos los aspectos de la vida en Cuba. Tiene
consecuencias particularmente serias en esferas tan sensibles para la población
como la salud y la alimentación."
De inmediato señala una serie de crueles medidas que afectan sensiblemente a
niños con delicados problemas de salud, que el Gobierno de Estados Unidos no
podría desmentir.
Luego expresa:
"Las multas de los Departamentos del Tesoro y Justicia contra entidades de su
país y de Europa en este último año, por transacciones realizadas con Cuba,
entre otros Estados, superan en su conjunto los 800 millones de dólares."
Prosigue informando:
"La confiscación de una transferencia de más de 107 mil euros pertenecientes a
la compañía Cubana de Aviación y realizada por medio del Banco Popular Español
desde Madrid a Moscú, constituyó un verdadero robo."
A continuación, nuestro Ministro de Relaciones Exteriores señala algo de mucha
importancia sobre los efectos del crimen grosero contra la economía de Cuba,
dada la tendencia a mencionar cifras históricas sobre el monto en dólares del
valor de un bien mueble o inmueble, un préstamo, una deuda o cualquier otra cosa
que sea medible en dólares norteamericanos, sin tener en cuenta el valor
constantemente decreciente del dólar en las últimas cuatro décadas. A modo de
ejemplo cito un refresco harto conocido: Coca Cola —sin cobrar nada por la
publicidad. Hace 40 años costaba 5 centavos, hoy su precio fluctúa en cualquier
país entre 150 y 200 centavos de dólar.
Bruno expresa:
"El daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del
bloqueo, supera en estos cincuenta años los 751 mil millones de dólares, en el
valor actual de esa moneda."
Es decir, no incurre en el error de utilizar la cifra de pérdidas que significó
el bloqueo año por año, como si el valor de los dólares fuera exactamente igual
cada año. Como consecuencia de la estafa mundial que significó la suspensión
unilateral, por Nixon, del respaldo en oro de esa moneda, a la tasa de 36
dólares por onza Troy, unida a las emisiones de dólares sin límite alguno, el
poder adquisitivo de esa moneda se redujo extraordinariamente. El MINREX se tomó
el trabajo de solicitar a un grupo de expertos del Ministerio de Economía que
hicieran la evaluación, y esta arrojó el daño económico del bloqueo a Cuba a lo
largo de 50 años, expresado en el actual valor de esa moneda.
"El pasado 2 de septiembre" —dijo en su intervención—, "el propio presidente
Obama ratificó las sanciones contra Cuba, aludiendo al supuesto ‘interés
nacional’ de los Estados Unidos. Pero todos saben que la Casa Blanca sigue
prestando mayor atención a los ‘intereses especiales’, bien financiados, de una
exigua minoría que ha hecho de la política contra Cuba un negocio muy
lucrativo."
"Muy recientemente, el 19 de octubre, el presidente Obama calificó, según varias
agencias de prensa, de insuficientes los procesos que, a su juicio, ocurren hoy
en Cuba y condicionó cualquier nuevo paso a la realización de los cambios
internos que quisieran ver en nuestro país.
"El Presidente se equivoca al asumir que tiene derecho a inmiscuirse y a
calificar los procesos que hoy tienen lugar en Cuba. Es lamentable que esté tan
mal informado y asesorado.
"Las transformaciones que hoy emprendemos responden a los anhelos de los cubanos
y a decisiones soberanas de nuestro pueblo. [... ] No se proponen complacer los
deseos o satisfacer los intereses del gobierno de los Estados Unidos, hasta hoy
siempre opuestos a los del pueblo cubano.
"Para la superpotencia, todo lo que no conduzca al establecimiento de un régimen
que se subordine a sus intereses será insuficiente, pero eso no va a ocurrir
porque muchas generaciones de cubanos han dedicado y dedican lo mejor de sus
vidas a defender la soberanía y la independencia de Cuba."
"Por el contrario, dicho gobierno ha continuado la arbitraria práctica de poner
a Cuba en las espurias listas, incluida la de Estados que supuestamente
patrocinan el terrorismo internacional, que fabrica el Departamento de Estado
para calificar el comportamiento de otras naciones. Este país no tiene la
autoridad moral para hacer tales listados —que como regla tendría que encabezar—
ni existe una sola razón para incluir a Cuba en ninguno de ellos.
"El gobierno norteamericano también mantiene el injusto castigo a los Cinco
cubanos luchadores antiterroristas que sufren prisión hace más de doce años en
sus cárceles, cuya causa ha concitado la más amplia solidaridad de la comunidad
internacional.
"Cuba, que ha sido y es víctima del terrorismo de Estado, reclama a dicho
gobierno que ponga fin al doble rasero y a la impunidad de que gozan en su
territorio los autores confesos de actos de terrorismo que se gestaron al amparo
de la política anticubana de ese país... "
Llegado a ese punto, Bruno le asestó a la delegación de Estados Unidos el
puntillazo del famoso memorando del subsecretario asistente de Estado Lester
Mallory, desclasificado decenas de años más tarde, que muestra el repugnante
cinismo de la política de Estados Unidos.
"‘La mayoría de los cubanos apoyan a Castro [... ] No existe una oposición
política efectiva [...] El único medio posible para hacerle perder el apoyo
interno [al gobierno] es provocar el desengaño y el desaliento mediante la
insatisfacción económica y la penuria [...] Hay que poner en práctica
rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica [...]
negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios
nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el
derrocamiento del gobierno’."
"A pesar de que la persecución económica constituye el obstáculo principal para
el desarrollo del país y para la elevación de los niveles de vida del pueblo,
Cuba muestra resultados innegables en la eliminación de la pobreza y el hambre,
en índices de salud y educación que son de referencia mundial... "
"Cuba pudo declarar aquí, hace pocas semanas, un elevado y excepcional
cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos resultados,
alcanzados por Cuba, aún son una utopía para una gran parte de la población del
planeta."
"Cuba no cejará jamás en la denuncia del bloqueo y no dejará de reclamar el
derecho legítimo de su pueblo a vivir y trabajar por su desarrollo
socioeconómico en condiciones de igualdad, en cooperación con el resto de las
naciones, sin cerco económico ni presiones externas.
"Cuba agradece a la comunidad internacional la firme solidaridad con nuestro
pueblo, segura de que algún día se hará justicia y no será necesaria ya esta
resolución.
"Muchas gracias."
Dijo para concluir su primera intervención.
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 31 de 2010
5 y 13 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio y el derecho a la vida de los seres humanos
28 Octubre 2010
¡Qué
bárbaros!, exclamé cuando leí hasta la última línea de las revelaciones del
famoso periodista Seymour Hersh, publicadas en Democracy Now y recogidas como
una de las 25 noticias más censuradas en Estados Unidos.
El material se titula “Los crímenes de guerra del general de Estados Unidos
Stanley McChrystal” y fue incluido en el Proyecto Censurado, elaborado por una
universidad de California, que incluye los párrafos esenciales de aquellas
revelaciones.
“El teniente general Stanley McChrystal, nombrado comandante responsable de la
guerra en Afganistán por Obama en mayo de 2009, fue antes jefe del Comando
Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por su sigla en inglés), dependiente
de Dick Cheney [el vicepresidente de George W. Bush]. La mayor parte de la
carrera militar de 33 años del general McChrystal se mantiene clasificada [o
sea, secreta], incluyendo sus servicios entre 2003 y 2008 como comandante del
JSOC, unidad de élite tan clandestina, que por años el Pentágono rehusó
reconocer su existencia. El JSOC es una unidad especial de ‘operaciones negras’
[asesinatos] de la Navy Seals (Fuerzas Especiales de la Marina de Guerra) y
Delta Force [Fuerza Delta, soldados secretos del ejército para operaciones
especiales, que formalmente se llama ‘Destacamento-Delta Operacional de Fuerzas
Especiales (SFOD-D), mientras el Pentágono la nombra como Grupo de Aplicaciones
de Combate, CAG].
“El ganador del premio Pulitzer de periodismo Seymour Hersh reveló que la
administración Bush operó un anillo ejecutivo de asesinatos que dependía
directamente del vicepresidente Dick Cheney y que el Congreso nunca sintió
ninguna inquietud por indagar. Equipos del JSOC viajaban a diferentes países,
sin siquiera hablar con el Embajador ni el Jefe de la Estación CIA, con una
lista de gente que buscaban, encontraban, mataban y se iban. Había una lista
vigente de gente marcada como blanco, elaborada por la oficina del
vicepresidente Cheney. [...] Hubo asesinatos en docenas de países del Oriente
Medio y en América Latina, afirmó Hersh. ‘Existe un decreto ejecutivo, firmado
por el presidente Ford en los años 70, prohibiendo tales acciones. Esto no sólo
contraría: es ilegal, es inmoral, es contraproducente’, añadió.
“El JSOC también estuvo implicado en crímenes de guerra, incluyendo tortura de
presos en sitios secretos ‘fantasmas’ (ghost) de detención. El Campo Nama en
Iraq, operado por el JSOC bajo McChrystal, fue una de tales instalaciones
‘fantasmas’, ocultada al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y acusada
de algunos de los peores actos de tortura.”
Oficialmente instalaron al Mayor General en Fort Braga, Carolina del Norte, pero
era “un visitante frecuente del Campo Nama y de otras bases de las fuerzas
especiales en Iraq y Afganistán, donde tuvieron asiento las fuerzas bajo su
comando”.
A continuación se aborda un punto de especial interés, cuando tales hechos
entran en conflicto con funcionarios que, en el cumplimiento de sus funciones,
eran obligados a cometer hechos que los enfrentaban abiertamente con las leyes e
implicaban graves delitos.
“Un interrogador del Campo Nama describió que encerraban a los presos en
contenedores de barcos por 24 horas en tiempo de calor extremo, luego los
exponían al frío extremo mojándolos periódicamente con agua helada, los
bombardeaban con luces brillantes y música ruidosa, los privaban del sueño y les
daban severas golpizas.”
De inmediato, se abordan las flagrantes violaciones de principios
internacionales y convenios suscritos por Estados Unidos. Los lectores cubanos
recordarán la historia narrada en los dos textos en que relato nuestras
relaciones con la Cruz Roja Internacional, a la que devolvimos el alto número de
prisioneros del ejército enemigo que cayeron en nuestras manos, durante la
defensa de la Sierra Maestra y la contraofensiva estratégica posterior contra el
ejército de Cuba, entrenado y abastecido por Estados Unidos. Jamás un prisionero
fue maltratado, y ninguno de los heridos dejó de ser atendido de inmediato. Esa
misma institución, radicada en Suiza, podría dar fe de aquellos hechos.
“El Comité Internacional de la Cruz Roja es el cuerpo encargado, por el Derecho
Internacional, de supervisar el cumplimiento de los Convenios de Ginebra y, por
lo tanto, tiene derecho a examinar todas las instalaciones donde se mantengan
los prisioneros de cualquier país en guerra o bajo ocupación militar.”
“En la explicación de por qué ningún otro medio de prensa había cubierto esta
historia, Hersh expresó: ‘Mis colegas en la prensa acreditada a menudo no la
siguen, no porque no quieran, sino porque no saben a quién llamar. Si estoy
escribiendo algo sobre el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, que
aparentemente es una unidad clasificada, ¿cómo la van a descubrir? El gobierno
les dirá que todo lo que escribo es incorrecto o que eso no pueden comentarlo.
Es fácil quedar desempleado por esas historias. Pienso que la relación con el
JSOC está cambiando bajo Obama. Ahora hay más control’.”
“…la decisión de la administración Obama de designar al general McChrystal como
nuevo comandante responsable de la guerra en Afganistán y la prolongación de la
jurisdicción militar para los detenidos de EEUU en su guerra al terrorismo,
encerrados en la prisión de Bahía de Guantánamo, desafortunadamente son ejemplos
de cómo la administración Obama continúa siguiendo los pasos de Bush.”
“Rock Creek Free Press divulgó en junio 2010 que Seymour Hersh, interviniendo en
la Conferencia de Periodismo de Investigación Global en Ginebra, criticó en
abril de 2010 al presidente Barack Obama y denunció que las fuerzas de EEUU
están realizando ‘ejecuciones en el campo de batalla’.”
“‘Aquellos que capturamos en Afganistán se están ejecutando en el campo de
batalla’, afirmó Hersh.”
Al llegar a este punto, la narración entra en contacto con una realidad
sumamente actual: la continuidad de una política por el Presidente que sucedió
al delirante W. Bush, inventor de la guerra desatada para apoderarse de los
recursos gasíferos y petroleros más importantes del mundo en una región habitada
por más de 2 500 millones de habitantes, en virtud de actos cometidos contra el
pueblo de Estados Unidos por una organización de hombres que fueron reclutados y
armados por la CIA para luchar en Afganistán contra los soldados soviéticos, y
que continúa disfrutando del apoyo de los más estrechos aliados de Estados
Unidos.
La compleja e impredecible zona cuyos recursos se disputan, va desde Iraq y el
Oriente Medio hasta los remotos límites de la región China de Xinjiang, pasando
por Iraq, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Irán, y las antiguas
repúblicas soviéticas de Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajstán, Kirguistán y
Tayikistán, capaces de abastecer de gas y petróleo a la creciente economía de la
República Popular China y la industrializada Europa. La población de Afganistán,
así como una parte de Pakistán, país de 170 millones de habitantes y poseedor de
armas nucleares, es víctima de los ataques de aviones sin piloto yankis que
masacran a la población civil.
Entre las 25 noticias más censuradas por los grandes medios, seleccionadas por
la Universidad Sonoma State de California -tal como lo viene haciendo hace 34
años-, una de ellas, correspondiente al período 2009 2010, fue “Crímenes de
guerra del general Stanley McChrystal”; y otras dos se relacionan con nuestra
isla: “Medios ignoraron ayuda médica de Cuba en terremoto de Haití” y “Todavía
brutalizan a los presos en Guantánamo”. Una cuarta afirma: “Obama reduce el
gasto social y aumenta el militar”.
Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, fue responsable
político de la Misión Médica Cubana enviada a Pakistán cuando un destructor
terremoto golpeó fuertemente la ruda naturaleza del nordeste de ese país, donde
extensas áreas habitadas por la misma etnia, con igual cultura y tradiciones,
fueron arbitrariamente divididas por el colonialismo inglés en países que
después cayeron bajo la égida yanki.
En su discurso de ayer 26 de octubre, en el seno de la ONU, demostró cuán
excelentemente bien informado está de la situación internacional en nuestro
complejo mundo.
Su brillante alegato de ayer y la Resolución aprobada por esa institución, por
su trascendencia, requiere una Reflexión que me propongo elaborar.
Fidel
Castro Ruz
Octubre 27 de 2010
9 y 16 p.m.
Mensaje de Fidel: “En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad”
21 Octubre 2010
Mensaje del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz contra la Guerra Nuclear
El uso de las armas nucleares en una nueva guerra implicaría el fin de la
humanidad. Así lo previó el científico Albert Einstein, quien fue capaz de medir
su capacidad destructiva de generar millones de grados de calor que todo lo
volatiliza en un amplio radio de acción. El genial investigador fue impulsor del
desarrollo de esta arma antes de que el régimen genocida nazi dispusiera de
ella.
Cualquier gobierno del mundo está obligado a respetar el derecho a la vida de
cualquier nación y del conjunto de todos los pueblos del planeta.
Hoy existe un riesgo inminente de guerra con empleo de ese tipo de armas y no
albergo la menor duda de que un ataque de Estados Unidos e Israel contra la
República Islámica de Irán, se tornaría, inevitablemente, en un conflicto
nuclear global.
Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a
vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos
corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se
puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería
demasiado tarde.
El propio Albert Einstein afirmó textualmente: “No se qué armas se utilizarán en
la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y
piedras”. Sabemos lo que quiso expresar, y tenía toda la razón, sólo que no
existirían ya quienes manejen los palos y las piedras.
Habría daños colaterales, como afirman siempre los líderes políticos y militares
norteamericanos, para justificar la muerte de personas inocentes.
En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad.
¡Tengamos el valor de proclamar que todas las armas nucleares o convencionales,
todo lo que sirva para hacer guerra, deben desaparecer!
Fidel Castro Ruz
Octubre 15 de 2010
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio por dentro (Quinta y última parte)
15 Octubre 2010
“CAPÍTULOS 28 Y 29
“Obama bajaba de la residencia cuando se encontró a Biden. Éste le advertía: ‘Lo
que usted está a punto de hacer es una orden presidencial; ya no se trata de la
continuación de un debate. Esto no es lo que usted piensa. Esto es una orden.
Sin ellos, estaríamos atrapados en una situación parecida a la de Vietnam.’
“Obama le respondió: ‘No voy a enrolarme en un fracaso. Si lo que yo propuse no
funciona, no voy a hacer como otros presidentes que se aferran a eso, por
razones de mi ego o mi política, mi seguridad política. Esto es lo que voy a
anunciar’, y repartió copias de su documento de seis páginas.
“‘Habrá un incremento de 30 000 efectivos. En diciembre de 2010 se hará una
evaluación para ver qué funciona y qué no. En julio de 2011 comenzaremos a
retirar nuestras tropas.’
“‘En el 2010 no vamos a tener una conversación sobre cómo hacer más. No se va
repetir lo que ha ocurrido este año. No se trata ni de contrainsurgencia ni de
construir una nación. Los costos son prohibitivos’, expresó Obama.
“Los militares habían obtenido casi todo lo que pedían.
“Petraeus y Mullen le ratificaron su apoyo al Presidente. Emmanuel se preocupaba
por el costo de la operación -más de 30 000 millones de dólares.
“Biden reconoció que aquello no era una negociación, que era una orden del
Comandante en Jefe. Era un cambio de misión, y si no se percibía como tal no se
podían justificar los meses que se habían empleado en este trabajo.
“El Presidente le informó su decisión a Eikenberry y a McChrystal a través de
una videoconferencia. Ambos estuvieron de acuerdo.
“Biden estaba convencido de que el Presidente había clavado una estaca en el
corazón de la ofensiva contrainsurgente expandida.
“Petraeus dijo en privado: ‘Usted debe saber también que yo no creo que usted
pueda ganar esta guerra. Creo que debe seguir luchando, algo así como en Irak.
Irak es casi una metáfora para esta situación. Sí, en Irak ha habido un progreso
enorme, pero aún se producen ataques horribles y hay que mantenerse vigilantes.
Este es el tipo de guerra en la que usted se enfrasca por el resto de su vida, y
probablemente por el resto de la vida de sus hijos.’
“Obama pronunció su discurso en el Teatro Eisenhower de la Academia Militar de
West Point.
“Al día siguiente, Clinton y Gates comparecieron ante el Comité de Servicios
Armados del Senado para hablar sobre el nuevo plan.
“Muchos republicanos se sentían contrariados por la fecha límite de julio de
2011, cuando supuestamente comenzaría el retiro de las tropas de Afganistán.
“Petraeus dijo después que el progreso de la estrategia podía adoptar muchas
formas, que todo cuanto él necesitaba era demostrar que había habido avances, y
que eso sería suficiente para añadir tiempo al reloj y que ellos pudieran
obtener lo que necesitaban.
“Lute le advirtió que eso era una gran mala interpretación de lo que había dicho
el Presidente, que Obama se oponía a la idea de un compromiso a largo plazo.
“CAPÍTULOS 30 Y 31
“El 3 de abril Petraeus se reunió con Derek Harvey, su asesor de inteligencia de
confianza. Harvey le mostraba una de las imágenes más pesimistas de la guerra.
Advirtió que la estrategia política y diplomática no estaba conectada con la
estrategia militar. ‘No va a funcionar’, dijo. ‘No vamos a alcanzar los
objetivos que nos hemos trazado.’ Harvey preveía un regreso total a la situación
de antes del 11 de septiembre. Petraeus preguntaba cuáles eran las opciones y
Harvey consideraba que apoyar al gobierno de Karzai era contraproducente.
“Dijo que los resultados de las elecciones habían fortalecido a Karzai, y que él
ya estaba recibiendo todo lo que quería.
“Las tropas de McChrystal no habían logrado despejar las zonas claves. ‘El
enemigo ha comenzado a adaptarse’, agregó Harvey.
“El 16 de abril el Presidente se reúne con el Consejo de Seguridad Nacional para
analizar la información actualizada sobre Afganistán y Pakistán.
“El Presidente comenzó a preguntar por la situación de zonas específicas; en
todas ellas las tropas se encontraban resistiendo y en ninguna se había
transferido la responsabilidad a las fuerzas locales.
“El patrón que se había establecido estaba claro: resistir, resistir durante
años sin avances ni transferencias.
“Nadie en la reunión se atrevió a preguntar cuándo comenzaría la transferencia.
“Donilon y Lute habían preparado unas preguntas para que el Presidente se
concentrara en la situación en Khandahar.
“El Presidente le recomendó a McChrystal que pensara en cómo íbamos a saber si
estábamos teniendo éxito y cuándo lo sabríamos.
“El resultado de la reunión fue un primer strike para el General.
“El general de brigada Lawrence Nicholson visitó a Jones y Lute en la Casa
Blanca. A Nicholson se le recordó el plazo de 12 meses que tenía para mostrar
los logros alcanzados y comenzar la transferencia. ¿Cuándo los marines iban a
estar listos para hacer algo más, entrar, por ejemplo, en Khandahar, o regresar
a casa y ser parte de los que regresarían en el 2011?
“Nicholson dijo que necesitaba al menos otros 12 meses, y eso, para los
distritos que tenían las mejores condiciones. Lute le recordó que ése no había
sido el compromiso, que aún no se habían adentrado en los suburbios de Khandahar,
el lugar donde los talibanes iban a establecerse. Lo importante era Khandahar.
“Nicholson dijo que quizás se podía llegar allí en 24 meses, si se eliminaba el
problema de los cultivos de amapola, que era lo que nutría a la insurgencia.
“Lute se preguntaba cómo se iba a lograr eso. A pesar de que una plaga había
acabado con el 33 por ciento de esos cultivos, las perspectivas de una reducción
en el financiamiento de la insurgencia eran remotas. A pesar de las teorías
conspiradoras de los afganos, la CIA no había desarrollado aún un insecto que
atacara a las amapolas.
“McChrystal reportaba ciertos avances, pero cuando Lute profundizaba en las
cifras, la realidad era muy diferente.
“CAPÍTULOS 32 Y 33
“Habían transcurrido 16 meses muy difíciles para Dennis Blair. Había fracasado
en sus intentos por nombrar a un jefe de inteligencia en cada una de las
capitales en el extranjero. La CIA había ganado y la controversia se había hecho
pública. En su opinión la CIA estaba utilizando el informe diario al Presidente
para que Obama supiera de sus triunfos.
“Blair se sentía tan frustrado que en una ocasión dijo: ‘Yo creo que la CIA es
esencialmente una organización que es como un animal peligroso, no muy
inteligente, pero realmente bien entrenado, que necesita ser controlado muy de
cerca por los adultos.’
“En mayo de 2010 Obama le había preguntado a Jones y a otros si no era ya hora
de deshacerse de Blair. Había habido muchas discusiones con la CIA, y Blair
había presionado mucho para la firma de un acuerdo de no espionaje con los
franceses, al cual se opusieron Obama y el resto del gabinete.
“Obama lo llamó por teléfono y le comunicó su decisión de destituirlo, y le
pidió que le presentara cualquier excusa personal.
“Blair se sintió profundamente ofendido. No estaba enfermo, su familia estaba
bien, y le había dicho a la gente que se mantendría como jefe de la Dirección
Nacional de Inteligencia durante cuatro años, porque parte de los problemas con
la oficina eran los continuos reemplazos al más alto nivel.
“El 21 de junio Gates le informa a Jones sobre el artículo publicado en la
revista Rolling Stone sobre McChrystal. McChrystal decía que Jones era un
‘payaso’ que se había quedado varado en el año 1985; que la estrategia de Obama
pretendía vender una posición invendible.
“McChrystal llamó a Biden y reconoció que había comprometido la misión. Se
disculpó con Holbrooke y le presentó su renuncia a Gates.
“Gates le propuso a Obama que criticara a McChrystal en los dos primeros
párrafos de su declaración, diciendo: ‘creo que el General cometió un grave
error y que su percepción es errada.’
“Obama aceptó la renuncia de McChrystal y propuso a Petraeus para ese cargo.
“Obama se reunió con Petraeus durante 40 minutos.
“El miércoles 23 de junio el Presidente anunció los cambios. Reconoció la larga
hoja de servicios de McChrystal y dijo que le entristecía perder a un soldado a
quien había llegado a respetar y admirar. Agregó que Petraeus ‘había dado un
ejemplo extraordinario de servicio y patriotismo al asumir esta difícil tarea’.
Y concluyó diciendo: ‘En mi equipo acepto el debate, pero no toleraré la
división.’
“En la entrevista que Obama sostuvo con el autor del libro, el Presidente habló
de sus ideas respecto al carácter de la guerra y sus esfuerzos por limitar y
ulteriormente ponerle fin a la misión combativa de los Estados Unidos en
Afganistán.
“Se le preguntó con qué escena comenzaría él un libro o una película sobre cómo
él había manejado el problema de Afganistán, y respondió que quizás comenzaría
por el año 2002 cuando se discutía el incremento de tropas en Irak. Ése había
sido quizás el primer discurso sobre política exterior que atrajo mucho la
atención.
“Obama estuvo de acuerdo en que el carácter de la guerra eran el costo, el
tiempo y las consecuencias, no definidos, y citó a un estadounidense famoso que
en una ocasión dijo: ‘La guerra es el infierno.’ Se refirió a la frase expresada
por el general de la Unión, William Tecumseh Sherman, cuando dijo: ‘…y una vez
que se sueltan los perros de la guerra, no se sabe a dónde va a parar todo.’
“‘Cuando llegué al cargo había dos guerras en curso’, dijo Obama. ‘Traté de
esclarecer el caos.’
“‘Sería muy fácil imaginar una situación en la que, ante la ausencia de una
estrategia clara, termináramos por quedarnos en Afganistán durante otros cinco,
ocho, diez años, y que lo hiciéramos sólo por inercia.’
“Al final de la entrevista, el Presidente se daba cuenta de que casi todo el
trabajo periodístico versaría sobre las relaciones entre los líderes civiles y
los militares, y pensó que debía expresar sus propias opiniones.
“‘Probablemente yo sea el primer Presidente lo suficientemente joven como para
que la guerra en Vietnam hubiese sido el centro de mi desarrollo. Tenía 13 años
en 1975 cuando los Estados Unidos se retiraron de Vietnam.’
“‘De modo que crecí sin la carga que emanaba de las disputas sobre la guerra en
Vietnam. También confiaba en que en nuestro sistema los civiles tomaban las
decisiones políticas y los militares las acataban. No veo esto de la manera en
que me parece lo ven muchas personas que tuvieron la experiencia de Vietnam,
como una contradicción entre civiles y militares. No lo veo como una lucha entre
halcones y palomas. De modo que muchos de los marcos políticos a través de los
cuales se ven estos debates, no tienen nada que ver conmigo desde el punto de
vista generacional. Ni me intimidan los militares ni estoy pensando que en
cierto modo ellos están tratando de socavar mi posición como Comandante en
Jefe’.”
En este párrafo final de la conversación de Obama con Woodward, el Presidente de
Estados Unidos pronuncia palabras enigmáticas que son reveladoras: “…confiaba en
que en nuestro sistema los civiles tomaban las decisiones políticas y los
militares las acataban. [...] No lo veo como una lucha entre halcones y palomas.
[...] Ni me intimidan los militares ni estoy pensando que en cierto modo ellos
están tratando de socavar mi posición como Comandante en Jefe.”
Hay momentos en que la presión de los militares es fuerte, persistente y
reiterativa. Se percibe la imagen de un presidente resistido y desafiado, como
ocurría en la antigua Roma cuando el imperio dependía ya casi únicamente del
poder de las Legiones.
Pero en la época de la antigua Roma, el planeta era totalmente desconocido en su
dimensión, características físicas y ubicación espacial. Carecían entonces de
armas de fuego; no había comercio e inversión global, bases militares, fuerzas
navales y aéreas a nivel planetario, cientos de satélites, comunicaciones
instantáneas; decenas de miles de armas nucleares, a las que se unen las
radioeléctricas, electromagnéticas y cibernéticas; fuertes rivalidades entre
potencias con armas nucleares, cuyo empleo, incluso por parte de las que menos
poseen, sería suficiente para poner fin a la vida humana; y casi siete mil
millones de personas que requieren los recursos naturales del planeta Tierra.
Es un cuadro relativamente dramático. Por un lado Barack Obama, abogado con
éxito, intelectual instruido y de fácil palabra, y por otro, militares altamente
profesionalizados, educados durante toda su vida en el uso de la fuerza y el
arte de la guerra, dotados con armas que pueden poner fin a los seres humanos
que habitan el planeta en cuestión de horas.
¿Qué esperanza para la humanidad puede derivarse de ese cuadro?
Recuerdo el discurso de Bush en West Point, en el que, como instrumento de la
extrema derecha de ese país, afirmó que los oficiales debían estar listos para
atacar inmediatamente y sin previo aviso a sesenta o más oscuros rincones del
mundo.
En dos de esos oscuros rincones, Afganistán e Irak, están empantanados los
soldados de Estados Unidos, después de ocasionar millones de víctimas.
En las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional con Obama se expresaba el
temor a dificultades aún más serias provenientes de un tercer país: Pakistán.
Las relaciones entre la CIA y el jefe del “grupo árabe”, Bin Laden, se
mantuvieron hasta el mismo día en que se produjo el ataque a las Torres Gemelas
de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
¿Qué informó el Servicio de Inteligencia de Pakistán, ISI, a la cadena
norteamericana de radio y televisión CBS? Que el día 10 de septiembre Osama Bin
Laden fue sometido a diálisis del riñón en el hospital militar de Rawalpindi en
Pakistán. “Debe tenerse en cuenta que el hospital se encuentra bajo la
jurisdicción de las Fuerzas Armadas de Pakistán, que tienen estrechos vínculos
con el Pentágono… No se hizo ningún intento de aprehender al fugitivo más
conocido en Estados Unidos, luego entonces podría ser que Bin Laden sirviera a
otro propósito mejor.”
Esa información fue publicada en el programa estelar de Dan Rather el 28 de
enero de 2002, cuatro meses y medio después del atentado terrorista con que Bush
justificó su guerra antiterrorista.
Conocer esto facilita comprender por qué en los diálogos con Obama en la Casa
Blanca se afirmara que el problema más difícil podía proceder de Pakistán.
La persona que con más respeto intercambió con Obama fue el general Colin
Powell, que pertenece al Partido Republicano que se opuso a su elección como
Presidente de Estados Unidos. Como se conoce, Powell pudo ser el primer
Presidente negro de Estados Unidos. Prefirió no aspirar. Más tarde Bush lo
nombró Secretario de Estado. Sé que personas allegadas se opusieron firmemente a
su aspiración. Pero no poseo suficientes elementos de juicio para opinar sobre
las motivaciones de Colin Powell.
Espero que la síntesis del libro “Las guerras de Obama” haya sido útil a los
lectores de las Reflexiones.
Fidel Castro Ruz
Octubre 14 de 2010
9 y 51 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio por dentro (Cuarta parte)
13 Octubre 2010
“CAPÍTULOS 20 Y 21
“Continúan las valoraciones sobre las opciones relacionadas con la guerra en
Afganistán. Se identifican tres prioridades en términos de esfuerzos de carácter
civil: la agricultura, la educación y la reducción de los cultivos de amapola.
Si se lograban estos objetivos se podría socavar el apoyo al Talibán.
“La gran pregunta seguía siendo qué se podía hacer en un año.
“Petraeus dijo haber redactado un manual titulado ‘Lecciones sobre la
reconciliación’, sobre sus experiencias en Irak, del cual Mullen no tenía
conocimiento.
“Según las encuestas públicas, dos de cada tres estadounidenses pensaban que el
Presidente carecía de un plan bien definido para Afganistán. Incluso entre la
población, las opiniones estaban divididas acerca de cómo proceder.
“Axelrod respiró profundo. El público no hacía distinción entre el Talibán y Al
Qaeda. Eso podía ser parte del problema.
“Sólo el 45 por ciento de la población aprobaba la manera en que Obama manejaba
el asunto de la guerra (había perdido 10 puntos en un mes, 15 puntos desde el
mes de agosto y 18 desde que alcanzó su nivel más alto). La reducción de la
cifra se debía a la pérdida del apoyo republicano.
“Axelrod no se preocupaba; decía que al final serían él o todos los que
explicarían cuál era la decisión en términos claros, para que la gente pudiera
entender lo que se estaba haciendo y por qué.
“Panetta declaró que ningún presidente demócrata podía ir en contra de las
recomendaciones de los militares, en especial si el Presidente las había
solicitado. Su recomendación era hacer lo que ellos decían. Les expresó a otros
funcionarios de la Casa Blanca que en su opinión la decisión debía haber sido
tomada en una semana, pero que Obama nunca le preguntó y que él nunca le había
expresado voluntariamente su opinión al Presidente.
“El ex vicepresidente Dick Cheney expresó públicamente que los Estados Unidos no
debían titubear cuando sus fuerzas armadas estaban en peligro.
“Obama deseaba tomar una decisión antes de su viaje por Asia. Dijo que aún no se
le habían presentado dos opciones, que eran los 40 000 efectivos o nada. Dijo
que quería una nueva opción esa misma semana. Tenía en su mano un memorando de
dos hojas enviado por su director de presupuesto, Peter Orszag, con el estimado
de los costos de la guerra en Afganistán. Según la estrategia recomendada por
McChrystal, el costo durante los próximos 10 años sería 889 mil millones de
dólares, casi 1 billón de dólares.
“‘Esto no es lo que yo estoy buscando’, dijo Obama. ‘No voy a prolongar esto
durante diez años; no voy a enfrascarme en la construcción de una nación a largo
plazo. No voy a gastar un billón de dólares. Les he estado presionando al
respecto.’
“‘Esto no está en función del interés nacional. Sí, es necesario
internacionalizar esta situación. Esa es una de las grandes fallas del plan que
se me ha presentado.’
“Gates apoyaba la solicitud de tropas de McChrystal, pero por el momento era
necesario retener a la cuarta brigada.
“Obama dijo: ‘Quizás no necesitemos a la cuarta brigada, ni a los 400 000
efectivos de las fuerzas de seguridad afganas que McChrystal se propone
entrenar. Pudiéramos aspirar a un crecimiento más mesurado de esta fuerza.
Pudiéramos incrementar los efectivos para contrarrestar el auge enemigo pero sin
enfrascarnos en una estrategia a largo plazo.’
“Hillary opinaba que a McChrystal se le debía dar lo que él pedía, pero
coincidía en que se debía esperar antes de enviar a la cuarta brigada.
“Obama le preguntó a Gates: ‘¿Realmente necesitas 40 000 efectivos para revertir
el auge del Talibán? ¿Qué tal si enviamos de 15 000 a 20 000? ¿Por qué no sería
suficiente con esa cantidad de tropas?’ Reiteró que no estaba de acuerdo con
gastar un billón de dólares ni con una estrategia de contrainsurgencia que se
prolongase durante diez años.
“‘Quiero una estrategia de salida’, agregó el Presidente.
“Todo el mundo se dio cuenta de que, al apoyar a McChrystal, Hillary unía
fuerzas con los militares y con el Secretario de Defensa, limitando así la
capacidad de maniobra del Presidente. Había reducido sus posibilidades de
aspirar a un número significativamente menor de tropas o una política más
moderada.
“Era un momento decisivo en sus relaciones con la Casa Blanca. ¿Era ella de
confiar? ¿Podía ella algún día pertenecer realmente al equipo de Obama? ¿Había
sido ella en algún momento parte de su equipo? Gates pensaba que ella hablaba a
partir de sus propias convicciones.
“Muy pronto aquellos que tenían ideas similares se agruparon. Biden, Blinken,
Donilon, Lute, Brennan y McDonough era un grupo poderoso, cercano a Obama en
muchos sentidos, y eran el equilibrio contra el frente unido compuesto por
Gates, Mullen, Petraeus, McChrystal y ahora Clinton.
“CAPÍTULOS 22 Y 23
“Obama convocó a los jefes del Estado Mayor a la Casa Blanca. Durante los
últimos dos meses los militares uniformados habían estado insistiendo en el
envío de 40 000 efectivos, pero los jefes de los servicios individuales aún no
habían sido consultados. Los jefes del Ejército, la Marina de Guerra, los
Infantes de Marina y la Fuerza Aérea eran los que reclutaban, entrenaban,
equipaban y suministraban las tropas para los comandantes como Petraeus y sus
jefes subordinados en el terreno como McChrystal. Estos dos últimos no
asistieron por encontrarse en Afganistán.
“Obama les pidió que le propusieran tres opciones.
“James Conway, comandante general de los marines, se refirió a la alergia de los
combatientes a las misiones prolongadas que se extienden más allá de la derrota
del enemigo. Su recomendación era que el Presidente no debía enfrascarse en una
operación a largo plazo para la construcción de una nación.
“El general George Casey, jefe del Estado Mayor del Ejército, dijo que el retiro
programado en Irak le permitiría al ejército disponer de los 40 000 efectivos
para Afganistán, pero que se sentía escéptico con respecto a los grandes
compromisos de tropas en estas guerras. Para él la clave estaba en una
transición rápida, pero que el plan de 40 000 era un riesgo global aceptable
para el ejército.
“El jefe de operaciones navales y el jefe de la Fuerza Aérea tenían poco que
decir, pues cualquiera que fuese la decisión en Afganistán, el impacto en sus
fuerzas sería mínimo.
“Finalmente Mullen le presentó al Presidente tres opciones:
“1. 85 000 efectivos. Esto era una cifra imposible. Todos sabían que no se
disponía de esta fuerza.
“2. 40 000 efectivos.
“3. de 30 000 a 35 000 efectivos.
“La opción híbrida era de 20 000 efectivos o dos brigadas para dispersar al
Talibán y entrenar a las tropas afganas.
“CAPÍTULOS 24 Y 25
“Obama le propone al Presidente pakistaní una escalada contra los grupos
terroristas que operaban desde ese país.
“El Director de la CIA dijo esperar pleno apoyo de Pakistán, dado que Al Qaeda y
sus seguidores eran enemigos comunes. Agregó que se trataba de la propia
supervivencia de Pakistán.
“Obama se daba cuenta de que la clave para mantener unido al equipo de seguridad
nacional era Gates.
“Tras su regreso de Asia, Obama convoca una reunión de su equipo de seguridad
nacional y les prometió que en dos días tomaría la decisión final. Dijo estar de
acuerdo con los objetivos menos ambiciosos y más realistas, y que dichos
objetivos debían lograrse en un período de tiempo más corto que el que el
Pentágono había recomendado inicialmente. Agregó que el número de tropas
comenzaría a disminuir a partir del mes de julio de 2011, el período de tiempo
que Gates había sugerido en la última sesión.
“‘No necesitamos perfección; cuatrocientos mil no va a ser la cifra a la cual
llegaremos antes de que comencemos a reducir las tropas.’
“Hillary parecía casi saltar sobre su asiento, dando muestras de que quería que
la dejasen hablar, pero Jones ya había decidido el orden de palabra y la
Secretaria tuvo que escuchar primero los comentarios de Biden.
“Biden había elaborado un memorando que apoyaba al Presidente, que cuestionaba
el tiempo y los objetivos de la estrategia. Petraeus sentía como si el aire
abandonara la sala.
“Biden no estaba seguro de que la cifra de 40 000 era sostenible desde el punto
de vista político y tenía muchas interrogantes acerca de la viabilidad de los
elementos de la estrategia de contrainsurgencia.
“Clinton tuvo la oportunidad de hablar. Ella apoyaba plenamente la estrategia.
‘Hemos pasado un año esperando por una elección y un nuevo gobierno allí. La
comunidad internacional y Karzai saben cuál sería el desenlace si no
incrementamos nuestros compromisos. Lo que estamos haciendo ahora no va a dar
resultados. El plan no es todo lo que nosotros hubiésemos querido, pero no lo
sabremos si no nos comprometemos. Yo apoyo el esfuerzo; tiene un costo enorme,
pero si lo acometemos sin deseos no vamos a lograr nada’. Sus palabras eran una
versión de una frase muy usual en ella cuando era Primera Dama de la Casa Blanca
y que aún utiliza con regularidad: ‘fíngelo hasta lograrlo.’
“Gates proponía esperar hasta diciembre de 2010 para hacer una evaluación total
de la situación. Creía que el mes de julio era una fecha muy anticipada para
ello.
“Mullen, a través de una videoconferencia desde Ginebra, apoyaba el plan y dijo
que era necesario enviar tropas lo más rápido posible, que estaba seguro de que
la estrategia para una contrainsurgencia iba a tener resultados.
“Al ver que se alineaba un bloque a favor del envío de los 40 000 efectivos, el
Presidente intervino: ‘No quiero verme dentro de seis meses discutiendo en esta
sala el envío de otros 40 000.’
“‘No vamos a pedir otros 40 000′, dijo Mullen.
“Petraeus expresó que apoyaba cualquier decisión que tomara el Presidente. Y
después de haber declarado su apoyo incondicional, expresó que su recomendación,
desde el punto de vista militar, era que los objetivos no se podrían lograr con
menos de 40 000 efectivos.
“Peter Orszag dijo que probablemente habría que pedirle al Congreso un
financiamiento adicional.
“Holbrooke estaba de acuerdo con lo expresado por Hillary.
“Brennan aseguró que el programa antiterrorista continuaría independientemente
de la decisión que se tomase.
“Emmanuel se refirió a la dificultad de pedir un financiamiento adicional al
Congreso.
“Cartwright dijo que apoyaba la opción híbrida de 20 000 efectivos.
“El Presidente intentó resumir. ‘Al cabo de dos años aún hay elementos ambiguos
en esta situación’, dijo. Les dio las gracias a todos y anunció que estaría
trabajando en esto durante el fin de semana para tomar una decisión definitiva a
principios de la semana entrante.
“El miércoles 25 de noviembre Obama se reunió en la Oficina Oval con Jones,
Donilon, McDonough y Rhodes. Dijo estar inclinado a aprobar el envío de 30 000
efectivos, pero que esta decisión no era definitiva.
“‘Esto tiene que ser un plan para transferirles el mando y salir de Afganistán.
Todo lo que hagamos tiene que estar centrado en la manera en que vamos a reducir
nuestra presencia allí. Es parte de nuestro interés de seguridad nacional. Tiene
que quedar claro que esto es lo que estamos haciendo’, dijo Obama. ‘El pueblo
estadounidense no entiende de número de brigadas, sino de número de tropas. Y he
decidido que sean 30 000.’
“Obama ahora parecía más seguro acerca de la cifra de efectivos.
“‘Tenemos que aclararle al pueblo que el cáncer está en Pakistán. La razón por
la cual estamos operando en Afganistán es para que el cáncer no se expanda hacia
allá. Y también necesitamos extirpar el cáncer de Pakistán.’
“Parecía que la cifra de 30 000 era inamovible. Obama comentó que desde el punto
de vista político era para él más fácil decir que no a los 30 000, pues así
podría dedicarse a la agenda nacional, que él quería fuese el centro de su
mandato como Presidente. Pero los militares no entendían eso.
“‘Políticamente sería más fácil para mí dar un discurso y decir que el pueblo
estadounidense estaba harto de esta guerra, y que íbamos a enviar solamente 10
000 asesores porque esa era la manera en que íbamos a poder salir de allí. Pero
los militares se iban a molestar.’
“Era evidente que una gran parte de Obama quería precisamente pronunciar ese
discurso. Parecía que lo estaba ensayando.
“Donilon dijo que Gates renunciaría si sólo se enviaban 10 000 asesores.
“‘Eso sería algo difícil’, dijo Obama, ‘porque no existe en mi equipo de
seguridad nacional otro miembro más fuerte que él.’
“El Presidente estaba decidido a anunciar los 30 000, para poder mantener junta
a la familia.
“CAPÍTULOS 26 Y 27
“El 27 de noviembre Obama invitó nuevamente a Colin Powell a su oficina para una
conversación privada. El Presidente le dijo que se estaba debatiendo entre
varios puntos de vista diferentes. Los militares se habían unido para apoyar a
McChrystal y su solicitud de 40 000 efectivos, y sus asesores políticos estaban
muy escépticos. Él continuaba pidiendo nuevos enfoques, pero seguían dándole las
mismas opciones.
“Powell le dijo: ‘Usted no tiene por qué aguantar eso. Usted es el Comandante en
Jefe. Esos tipos trabajan para usted. El hecho de que adopten una posición
unánime en sus recomendaciones no significa que las mismas sean las correctas.
Generales hay varios, pero existe sólo un Comandante en Jefe.’
“Obama consideraba a Powell un amigo.
“Un día después de Acción de Gracias, Jones, Donilon, Emmanuel, McDonough, Lute
y el coronel John Tien, veterano de Irak, fueron a ver al Presidente en su
oficina. Obama preguntó por qué se reunían de nuevo con él para tratar el mismo
tema. ‘Pensé que esto se había acabado el miércoles’, expresó.
“Donilon y Lute le explicaron que aún había preguntas del Pentágono que no se
habían respondido, y ellos querían saber si se aceptaba un incremento del 10 por
ciento a la cifra de efectivos, con lo cual se incluiría a los facilitadores.
“El Presidente, exasperado, dijo que no, que sólo los 30 000, y preguntó el
porqué de aquella reunión después que todos habían estado de acuerdo. Al
Presidente se le dijo que aún se estaba trabajando con los militares. Ellos
querían ahora que los 30 000 efectivos estuviesen en Afganistán en el verano.
“Parecía que el Pentágono estaba abriendo de nuevo cada uno de los temas.
También se estaba cuestionando la fecha de retirada de las tropas (julio de
2011). Gates prefería que fuera seis meses después (finales de 2011).
“‘Estoy molesto’, dijo Obama, sin alzar la voz. Parecía que todos los temas iban
a ser nuevamente discutidos, negociados o esclarecidos. Obama les dijo que
estaba dispuesto a dar marcha atrás y aceptar el envío de 10 000 asesores. Y esa
sería la cifra definitiva.
“Esto era una controversia que enfrentaba al Presidente y al sistema militar.
Donilon se asombraba de ver el poder político que los militares estaban
ejerciendo, pero se daba cuenta de que la Casa Blanca tenía que ser el corredor
de larga distancia en esta competencia.
“Obama continuaba trabajando con Donilon, Lute y los demás. Comenzó a dictar
precisamente lo que quería, elaborando lo que Donilon llamó una ‘hoja de plazos
y condiciones’, similar al documento legal utilizado en una transacción
comercial. Acordó que el concepto estratégico de la operación sería ‘degradar’
al Talibán, no desmantelarlo, ni destruirlo ni derrotarlo. Copió al calco las
seis misiones militares requeridas para revertir el auge del Talibán.
“Pero los civiles en el Pentágono y el Estado Mayor trataban de expandir la
estrategia.
“‘Ustedes no le pueden hacer eso al Presidente’, les decía Donilon. ‘Eso no era
lo que Obama quería. Él quería una misión más reducida.’ Pero la presión
continuaba.
“‘Ponle restricciones’, le ordenaba Obama. Pero cuando Donilon regresaba del
Pentágono venía con más adiciones, y no menos. Una de ellas era enviarle un
mensaje a Al Qaeda. ‘Eso no lo vamos a hacer’, dijo el Presidente cuando se
enteró.
“Donilon se sentía como si estuviese reescribiendo las mismas órdenes diez
veces.
“Del Pentágono seguían llegando solicitudes para misiones colaterales. Obama
seguía diciendo que no.
“Algunos continuaban ahora apoyando la solicitud original de McChrystal de 40
000 efectivos. Era como si nadie les hubiera dicho a ellos que no.
“‘No’, dijo Obama. La cifra definitiva era 30 000, y mantenía la fecha de
retirada de las tropas en julio del 2011, que también sería la fecha para
comenzar a transferir la responsabilidad de la seguridad a las tropas afganas.
“Sus órdenes fueron pasadas a máquina en seis hojas a un espacio. Su decisión no
era sólo hacer un discurso y referirse a los 30 000; esto sería además una
directiva, y todo el mundo tendría que leerla y firmarla. Ése era el precio que
él iba a exigir, la forma en que él pretendía ponerle fin a la controversia -al
menos por el momento. Pero como ahora todos nosotros sabemos, la controversia,
al igual que la guerra, probablemente no terminaría, y la lucha continuaría.
“El 28 de noviembre fue otro día dedicado al Consejo de Seguridad Nacional,
encuentro en el que participaron Donilon y Lute. El análisis de la estrategia se
convertía en el centro del universo. El Presidente y todos ellos estaban siendo
arrollados por los militares. Ya no importaban las preguntas que el Presidente o
alguien más hicieran. Ahora la única solución viable eran los 40 000 efectivos.
“Donilon se preguntaba cuántos de los que estaban presionando a favor de esa
opción iban a estar aquí para ver los efectos de la estrategia en el mes de
julio del 2011.
“La conclusión era que todos ellos se irían, y aquí quedaría el Presidente con
todo lo que esos tipos le habían vendido.
“El debate continuaba -en su casa y en su cabeza. Obama parecía vacilar en
cuanto a los 30 000 efectivos. Le pidió la opinión a su equipo. Clinton, Gates y
Jones no se encontraban presentes.
“El coronel Tien le dijo al Presidente que no sabía de qué forma él iba a
desafiar la cadena de mando de los militares. ‘Si usted le dice a McChrystal,
‘me estudié su valoración, pero he decidido hacer otra cosa’, probablemente
usted tenga que sustituirlo. Usted no le puede decir ‘hazlo a mi manera, gracias
por tu labor’. El Coronel quiso decir que McChrystal, Petraeus, Mullen, e
incluso Gates, estarían dispuestos a dimitir -algo sin precedentes en el alto
mando militar.
“Obama sabía que Brennan se oponía a un gran incremento de tropas.
“Obama había heredado una guerra con un comienzo, una parte intermedia, pero sin
un final claro.
“Lute pensaba que Gates era demasiado deferente con los militares uniformados.
El Secretario de Defensa es la primera línea de control civil del Presidente. Si
el Secretario no garantizaba ese control, el Presidente tendría que hacerlo.
Lute pensaba que Gates no le estaba prestando un buen servicio al Presidente.
“El Presidente llamó a Biden por teléfono y le informó que quería reunirse con
todo el equipo de seguridad nacional el domingo en la Oficina Oval. Biden pidió
reunirse con él primero y Obama le dijo que no.”
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 13 de 2010
5 y 14 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio por dentro (Tercera parte)
12 Octubre 2010
“CAPÍTULO 15
“El Almirante Mullen compareció ante el Comité de Servicios Armados del Senado
para su audiencia de confirmación con vista a un segundo mandato de dos años,
dos días después de la primera sesión dedicada a la estrategia. En su alegato el
Almirante se refiere a la estrategia sugerida por McChrystal y añade que esto
‘probablemente signifique más tropas’.
“Cuando Obama supo del testimonio de Mullen, le hizo saber a su equipo cuán
descontento se sentía al saber que Mullen públicamente estaba apoyando la
estrategia de McChrystal. El Almirante declaró que ‘el talibán había crecido
tanto en tamaño como en complejidad’, y que por eso apoyaba los esfuerzos
encaminados hacia una contrainsurgencia con los recursos adecuados. ¿Acaso el
Almirante ignoraba lo que Obama había dicho apenas dos días antes? ¿No le había
dicho el Presidente a todos los presentes, Mullen incluido, que ninguna de las
opciones parecía adecuada, que era necesario que ellos desafiaran sus propias
presunciones y que iban a tener cuatro o cinco sesiones de debate sobre este
asunto? ¿Qué era lo que estaba haciendo el principal asesor militar del
Presidente al informar públicamente estas conclusiones preliminares?
“En la reunión de los principales del Consejo de Seguridad Nacional se
evidenciaba que estaban furiosos. Los Generales y Almirantes constantemente le
están cerrando el paso al Presidente.
“Emmanuel comentó que lo que se movía entre el Almirante y Petraeus no era
correcto, que todo el mundo había apoyado públicamente la noción de que hacía
falta enviar más tropas. El Presidente ni siquiera había tenido una oportunidad.
“Morrell opinaba que Mullen podía haber evitado la controversia en su audiencia,
simplemente diciendo que su función era la de asesor militar principal del
Presidente de los Estados Unidos y del secretario de Defensa, y que debía darles
sus recomendaciones a ellos primero en privado antes de anunciarlas públicamente
y que no consideraba adecuado compartirlas antes con el Comité.
“Morrell pensaba que todo era parte de la compulsión que sentía Mullen por
comunicar, fortalecer la prominencia y la estatura de su posición. Tenía una
página en Facebook, una cuenta en Twitter, videos en YouTube y un sitio web
llamado ‘Los viajes con Mullen: una conversación con el país’.
“El propio Mullen al salir al lobby descubrió que él mismo era el tema de una
acalorada controversia.
“Emmanuel y Donilon le preguntaron: ¿Cómo se supone que nosotros enfrentemos
este asunto? Tú has dicho esto, y ¿qué debemos decir nosotros?
“Emmanuel agregó que esta noticia iba a hacer titulares en todos los noticieros
nocturnos.
“Mullen quedó sorprendido. La Casa Blanca sabía de antemano lo que él iba a
decir, pero en su testimonio no había dado cifras específicas de tropas. Fue tan
amorfo como pudo. Pero en su audiencia de confirmación él tenía que decir la
verdad y la verdad era que él compartía la noción de la necesidad de una
contrainsurgencia. ‘Eso es lo que yo pienso’, dijo. ¿Cuál era su alternativa?
“Donilon se preguntaba por qué Mullen había tenido que usar la palabra
‘probablemente’, y por qué no había dicho ‘no sé’. Eso hubiera sido mejor.
“El titular de la primera página de The Washington Post de la mañana siguiente
rezaba: ‘Mullen: ‘Probablemente’ se necesiten más tropas’.
“Obama convocó al General retirado Collin Powell a una reunión privada en la
Oficina Oval el 16 de septiembre. Siendo Republicano, Powell le había dado un
fuerte apoyo a Obama durante su campaña.
“Refiriéndose a Afganistán, Powell le comentó que no se trataba de una decisión
que se tomaba una sola vez, que ésta era una decisión que iba a tener
consecuencias para una gran parte de su gobierno. Le recomendó: ‘Sr. Presidente,
no se deje presionar por la izquierda que quiere que usted no haga nada. No se
deje presionar por la derecha que quiere que usted lo haga todo. Tómese su
tiempo y decida usted mismo.’
“Y también le recomendó que no se dejara presionar por los medios de prensa, que
se tomara su tiempo, que recopilara toda la información que necesitara para
garantizar que después se iba a sentir cómodo con la decisión tomada.
“Si usted decide enviar más tropas, o si eso es lo que usted piensa es necesario
hacer, asegúrese de comprender bien qué es lo que van a hacer esas tropas y
trate de tener alguna certeza de que el envío de tropas adicionales va a
redundar en un éxito. Usted no puede garantizar el éxito en un teatro de
operaciones tan complejo como el de Afganistán, que se complica cada vez más con
el problema de Pakistán al lado.
“‘Usted tiene que garantizar que la base de este compromiso suyo va a ser
sólida, porque en estos momentos es un poco suave’ dijo Powell, refiriéndose a
Karzai y a la corrupción generalizada que existe en su gobierno.
“El Presidente no apoyaba plenamente una operación de contrainsurgencia, porque
eso significaba asumir la responsabilidad de Afganistán por un largo período de
tiempo.
“El Presidente dijo que cuando se recibiera la valoración hecha por McChrystal,
era evidente que todo el mundo tenía que reunirse en un salón a fin de
garantizar que todo el mundo estuviese cantando a partir del mismo cantoral.
“CAPÍTULO 16
“El 29 de septiembre Jones convocó a los principales del Consejo de Seguridad
Nacional para un debate de dos horas, a modo de ensayo para la reunión del día
siguiente, sin la presencia del Presidente.
“Cualquiera que hubiese visto un video de la reunión probablemente se alarmaría.
Ocho años después de haber comenzado la guerra, aún se batallaba por definir
cuáles eran los objetivos principales.
“Biden había escrito un memorando de seis páginas exclusivamente para el
Presidente, cuestionando los informes de inteligencia sobre los talibanes. Los
informes presentaban al Talibán como el nuevo Al Qaeda. Como los talibanes eran
los que combatían contra los estadounidenses, se había hecho usual que los
árabes, los uzbecos, los tayikos y los chechenios cruzaran hacia Afganistán para
lo que ellos llamaban ‘el verano del yihad’.
“Biden indicó que estas cifras eran exageradas, que el número de combatientes
extranjeros no sobrepasaba los 50 o los 75 cada vez.
“El miércoles 30 de septiembre el Presidente celebró la segunda reunión para
analizar el problema de Afganistán y Pakistán. Esta vez el grupo de asistentes
era mayor. Petraeus estaba presente.
“El Presidente preguntó: ‘¿Hay alguien aquí que piense que debemos irnos de
Afganistán?’ Todos quedaron en silencio. Nadie dijo nada.
“‘Bien’, dijo el Presidente, ‘ahora que podemos prescindir de eso, continuemos.’
“Obama también quería alejarse del tema de Afganistán durante el resto de la
sesión.
“‘Comencemos por lo que nos interesa, que es realmente Pakistán, no Afganistán’,
dijo. ‘De hecho, si quieren, les pueden decir a los líderes pakistaníes que no
nos vamos a ir de Afganistán.’
“Obama estableció las reglas para el resto de la sesión. ‘Realmente quiero
centrarme en los Estados Unidos. Considero que existen tres objetivos claves.
Uno de ellos es proteger a los Estados Unidos, a sus aliados y a sus intereses
en el extranjero. Dos, la preocupación acerca de la estabilidad y las armas
nucleares en manos de Pakistán. Y si estoy centrando mi atención en los Estados
Unidos, ¿existe acaso alguna diferencia entre los peligros que emanan de Al
Qaeda o del Talibán?’
“Lavoy y Petraeus hicieron sus intervenciones. MacChrystal hizo una presentación
sobre lo que él llamaba ‘El Camino’ hacia su valoración inicial.
“Obama expresó: ‘Bien, ustedes han hecho su trabajo, pero hay tres nuevos
acontecimientos: los pakistaníes se están comportando mejor; la situación en
Afganistán es mucho más seria que lo que anticipábamos; y las elecciones afganas
no dieron como resultado el punto de viraje que esperábamos -un gobierno más
legítimo.’
“Biden favorecía el presupuesto, impugnado por el Presidente, de que Pakistán
evolucionaría de la misma forma que evolucionaría Afganistán.
“Robert Gates proponía tener en cuenta los intereses en el exterior y los
aliados.
“Hacia el final de la reunión Hillary preguntó de qué forma se utilizarían las
tropas adicionales, a dónde irían, si iban en calidad de asesores, y cómo se
aplicarían las lecciones aprendidas en Irak.
“Los análisis de inteligencia al más alto nivel nunca fueron concluyentes acerca
de una acción en Afganistán en estos momentos. Un Afganistán completamente
desestabilizado tarde o temprano desestabilizaría a Pakistán. De modo que la
interrogante ante el Presidente y su equipo era la siguiente: ¿Podían los
Estados Unidos asumir ese riesgo?
“Gates se reunió con el embajador pakistaní, Haqqani, en los Estados Unidos.
Tenía que hacerle llegar un mensaje explícito del Presidente: no nos íbamos de
Afganistán. Haqqani se refirió a una larga lista de cosas que el ejército
pakistaní necesitaba. El Congreso había aprobado un fondo de 400 millones de
dólares en mayo para mejorar el arsenal de la contrainsurgencia. Haqqani abordó
el problema de los 1 600 millones que los Estados Unidos le debían al ejército
de Pakistán por permitirle llevar a cabo operaciones militares a lo largo de la
frontera. Después del 11 de septiembre, los Estados Unidos habían creado una
cuenta de gastos a favor de Pakistán y de otros países, llamada Fondo de Apoyo a
la Coalición, con la cual se les reembolsaba a los aliados por la ayuda
prestada.
“CAPÍTULO 17
“Obama se reúne con un grupo bipartidista de aproximadamente 30 líderes del
Congreso con el fin de darles una información actualizada sobre la revisión de
la estrategia.
“Varios legisladores criticaban el enfoque de Biden que defendía una ofensiva
antiterrorista. Lo interpretaban como una forma de reducir la presencia de los
Estados Unidos.
“Biden aclaró que no estaba defendiendo una política que implicara una operación
realizada sólo con el uso de Tropas Especiales.
“El Presidente tuvo que aclarar que nadie estaba hablando de abandonar
Afganistán.
“McCain dijo que sólo esperaba que la decisión no fuese tomada a la ligera y que
respetaba el hecho de que la decisión la debía tomar Obama como Comandante en
Jefe.
“Obama le respondió: ‘le aseguro que no estoy tomando ninguna decisión a la
ligera. Y usted tiene toda la razón. La decisión la tengo que tomar yo y yo soy
el Comandante en Jefe’.
“Obama continuó diciendo: ‘nadie siente tanta urgencia en tomar esta decisión -y
hacerlo de la manera correcta- como yo.’
“Ese mismo día a las 3:30 de la tarde Obama volvió a reunir a su equipo para
analizar la situación de Pakistán
“El consenso dentro de la comunidad de inteligencia era que la situación en
Afganistán no se iba a resolver si no había relaciones estables entre la India y
Pakistán.
“Mullen apuntaba que los programas de colaboración entre los ejércitos de los
Estados Unidos y Pakistán habían ascendido a casi 2 000 millones al año, por
concepto de equipamiento, entrenamiento y otras empresas.
“Hubo sugerencias de abrir nuevas instalaciones en Pakistán con el fin de
infiltrar fuentes de información en las tribus e incluir a asesores militares
estadounidenses en las unidades pakistaníes.
“Obama aprobó todas las acciones en el terreno. Era inusual recibir una orden
inmediata del Presidente, pues hasta el momento en las sesiones de trabajo se
hablaba mucho y no se tomaban decisiones.
“CAPÍTULO 18
“Por fin McChrystal tenía la oportunidad de presentar su opción para el
incremento de tropas sólo ante los principales (Obama no estaba presente) el 8
de octubre.
“La esencia de su exposición, con 14 diapositivas, era que las condiciones en
Afganistán eran mucho peor que lo que se pensaba, y que sólo una ofensiva
contrainsurgente que contara con plenos recursos podía remediar la situación.
“Jones dijo que había preguntas aún sin responder, y anotó en su libreta que era
imposible poner en práctica cualquier estrategia para Afganistán que no abordara
el problema de los santuarios en Pakistán.
“McChrystal planteaba tres opciones:
“1. de 10 000 a 11 000 efectivos para entrenar a las fuerzas de seguridad
afganas.
“2. 40 000 efectivos para proteger a la población.
“3. 85 000 efectivos para el mismo propósito.
“McChrystal aclaró que el objetivo en este caso no era derrotar al talibán sino
degradarlo, o sea, impedir que volviesen a tomar el control de partes claves del
país.
“Hillary preguntó si era posible llevar a cabo la misión de degradación con un
menor número de tropas, y el General le respondió que no, que él abogaba por los
40 000 efectivos.
“Al día siguiente Obama despertó con la noticia de que le habían otorgado el
Premio Nobel de la Paz.
“Esa misma tarde a las 2:30 el Consejo de Seguridad Nacional en pleno tendría
una sesión de trabajo con el Presidente. Éste comenzó la reunión pidiéndoles a
todos que le dijeran qué debía hacerse con la guerra.
“Lavoy comenzó hablando sobre Pakistán y su obsesión con la India, y que los
pakistaníes tenían reservas acerca del compromiso de los estadounidenses.
“McChrystal dijo que a menos que la misión cambiara, él presentaba las mismas
opciones.
“Eikenberry resumió en 10 minutos sus opiniones, que eran bastante pesimistas.
Coincidía con el hecho de que la situación se estaba deteriorando y que era
necesario enviar más recursos, pero pensaba que la ofensiva contrainsurgente era
muy ambiciosa.
“Gates recordó que todos se habían abrazado a sólo tres opciones:
“1. Contrainsurgencia, es decir, construcción de la nación.
“2. Antiterrorismo, que muchas personas piensan se trata de misiles lanzados
desde un buque en el océano.
“3. Antiterrorismo plus, la estrategia propuesta por el vicepresidente.
“Pero evidentemente había más opciones y no sólo estas tres. Gates agregó que
era necesario redefinir el objetivo y que probablemente los Estados Unidos
estaban tratando de lograr más que lo que se podía alcanzar.
“Petraeus concluyó: ‘Nosotros no vamos a destruir al Talibán, pero necesitamos
negarle el acceso a zonas pobladas y líneas de comunicación claves para
contenerlos.’
“Biden preguntó: ‘¿Cual sería el mejor estimado de tiempo para que las cosas
marchen en la dirección correcta? Si dentro de un año no hay un progreso
palpable, ¿qué hacemos?’
“No hubo respuesta.
“Biden insistió: ‘Si el gobierno mejora y ustedes reciben las tropas, ¿cuál
sería el impacto?’
“Eikenberry respondió que si bien los últimos cinco años no habían sido muy
esperanzadores, había habido pequeños progresos, y que se podía capitalizar en
ellos, pero que no se debían esperar avances significativos en los próximos seis
a doce meses.
“CAPÍTULO 19
“Le tocaba el turno a Hillary en la reunión del 9 de octubre. Hillary dijo que
el dilema era decidir qué era lo primero, si más tropas o un mejor gobierno; que
para evitar el colapso se necesitaban más tropas, pero que ello no garantizaba
el progreso.
“Preguntó si era posible el logro de los objetivos en Afganistán y Pakistán sin
el compromiso de enviar más tropas. Ella misma respondió que la única forma de
lograr que el gobierno cambiase era enviando más tropas, pero que aún así no
había garantías de que esto diera resultado.
“Añadió que todas las opciones eran difíciles e insatisfactorias y agregó:
‘Nosotros sí tenemos un interés de seguridad nacional en garantizar que el
Talibán no nos derrote. Lo mismo ocurre con la destrucción de Al Qaeda, que
sería difícil sin Afganistán. Es una opción extremadamente difícil, pero las
opciones son limitadas, a menos que nos comprometamos y obtengamos una ventaja
psicológica.’
“Mullen se hizo eco de otros comentarios de línea dura. Dennis Blair sugirió que
la política interna podía ser un problema por el número de bajas, pues el mes
anterior la cifra había ascendido a 40, el doble de la del año anterior. Él se
preguntaba si valdría la pena. La respuesta era que el pueblo lo iba a apoyar en
tanto creyera que había logros.
“‘Por primera vez el Presidente tendría una estrategia elaborada por el gabinete
de guerra en pleno, y podremos decirle al pueblo de los Estados Unidos lo que
estamos haciendo’, dijo.
“Panetta opinaba lo siguiente: ‘Usted no se puede ir. No puede derrotar al
Talibán.’ ‘Ellos no estaban hablando de la posibilidad de implantar una
democracia al estilo de la de Jefferson en Afganistán’, decía Panetta, quien
consideraba que ésta era la base para reducir la misión de los Estados Unidos y
aceptar a Karzai a pesar de sus defectos. Según Panetta, la misión era luchar
contra Al Qaeda y garantizar que no existieran santuarios. Era necesario
trabajar con Karzai.
“Susan Rice dijo no haber tomado aún una decisión, pero que pensaba era
necesario reforzar la seguridad en Afganistán para derrotar a Al Qaeda.
“Holbrooke dijo que se necesitaban más tropas; la cuestión era saber cuántas y
cómo utilizarlas.
“John Brennan preguntaba qué era lo que se trataba de lograr, pues las
decisiones en materia de seguridad que se adoptaran aquí serían aplicadas
también en otras regiones. Si se tratara de un gobierno no corrupto, que
prestara servicios a toda la población, eso no se iba a lograr mientras él
estuviese vivo. ‘Es por eso’, decía él, ‘que las palabras ‘éxito’, ‘victoria’ y
‘ganar’ complican nuestra tarea.’
“Habían transcurrido ya dos horas y media. El Presidente dijo que esas reuniones
habían dado como resultado una definición útil del problema, que estaba
emergiendo una nueva definición.
“‘Esto no lo vamos a resolver hoy’, dijo Obama. ‘Ya hemos reconocido que no
podremos derrotar completamente al Talibán.’
“Obama dijo que si aprobaba el envío de 40 000 tropas, eso no bastaría para una
estrategia de contrainsurgencia que cubriera a todo el país.
“Obama preguntaba si era posible llevar a los afganos al punto de que les
permitieran a los Estados Unidos retirarse en un período de dos, tres, cuatro
años.
“‘No podemos mantener un compromiso por tiempo indefinido en los Estados
Unidos’, dijo Obama. ‘No podremos mantener el apoyo interno y el de nuestros
aliados sin dar ninguna explicación que incluya los límites de tiempo.’
“Holbrooke regresó a su oficina en el Departamento de Estado, donde el personal
se quejaba de que se mantenían despiertos toda la noche redactando análisis que
nadie se leía.
“Holbrooke respondió que la persona a la cual estaban dirigidos sí se los leía.
Que las noches en vela no habían sido en vano y que debían preparar un nuevo
paquete de informes para el Presidente.” Así concluye la síntesis de los
capítulos 15 al 19, de los 33 que contiene “Las guerras de Obama”.
Ayer se anunciaba la publicación, casi simultánea, de otro libro, “Conversando
conmigo mismo”, con prólogo de Barack Obama. Pero esta vez la edición verá la
luz en 20 idiomas. Según se afirma, contiene cartas y documentos importantes de
la vida de su autor: nuestro conocido y estimado amigo Nelson Mandela.
En los años finales de su cruel encierro, Estados Unidos convirtió el siniestro
régimen del apartheid en potencia nuclear, suministrándole más de media docena
de bombas nucleares, destinadas a golpear las fuerzas internacionalistas
cubanas, para impedir su avance en el territorio ocupado por Sudáfrica en
Namibia. La aplastante derrota del ejército del apartheid en el Sur de Angola
dio al traste con el infame sistema.
Nuestros representantes en España prometieron adquirir y enviar de inmediato
ejemplares del libro, cuyo lanzamiento estaba anunciado para hoy 12 de octubre.
Pero casi a las seis de la tarde nada se sabía todavía, porque era feriado en
España y las librerías no vendían. Se cumplía el 518 aniversario del día en que
nos descubrieron y España se convirtió en imperio.
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 12 de 2010
7 y 12 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio por dentro (Segunda parte)
11
Octubre 2010
En la Reflexión de ayer aparece un párrafo clave extraído del libro de Woodward:
“Un secreto importante que nunca había sido reportado en los medios ni en
ninguna otra parte era la existencia de un ejército encubierto de 3 000 hombres
en Afganistán, cuyo objetivo era matar o capturar a los talibanes y en ocasiones
adentrarse en las zonas tribales para pacificarlas y obtener apoyo.”
Tal ejército, creado y manejado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA),
entrenado y organizado como “fuerza especial”, ha sido integrado sobre bases
tribales, sociales, antirreligiosas y antipatrióticas; su misión es el
seguimiento y la eliminación física de guerrilleros talibanes y otros afganos,
calificados como extremistas musulmanes. Nada tienen que ver con Al Qaeda y Bin
Laden, un saudita reclutado y financiado por la CIA para luchar contra los
soviéticos cuando sus tropas ocuparon Afganistán. Cuando el Vicepresidente Biden
viajó a Kabul, a principios de 2009, David Mckiernan, jefe de las tropas de
Estados Unidos en Afganistán, le dijo cuando este preguntó por Al Qaeda: “que no
había visto ni un solo árabe en dos años allí”.
A pesar de la relativamente breve y efímera importancia que los principales
medios internacionales de prensa dieron a “Las guerras de Obama”, estos, sin
embargo, no dejaron de consignar esta reveladora noticia.
El gobierno de Estados Unidos estaba ante un problema insoluble. En una de las
últimas reuniones del Consejo de Seguridad Nacional durante la presidencia de
Bush, se aprobó un informe donde se afirmaba: “que los Estados Unidos no podrían
mantenerse en Afganistán a menos que se resolvieran tres grandes problemas:
mejorar la gobernabilidad, disminuir la corrupción y eliminar los santuarios de
los talibanes…”
Podría añadirse que el problema es más grave si se toman en cuenta los
compromisos políticos y militares de Estados Unidos con Pakistán, un país dotado
de armas nucleares, cuya estabilidad en medio de tensos equilibrios de carácter
étnico, había sido afectada por la aventurera guerra de Bush en Afganistán.
Cientos de kilómetros de frontera montañosa, con poblaciones del mismo origen
que están siendo atacadas y masacradas por aviones sin piloto, son compartidos
por Pakistán y Afganistán. Las tropas de la OTAN, cuya moral decrece día por
día, no podrán ganar esta guerra.
Sin enormes cantidades de combustible, alimentos y municiones, ningún ejército
puede moverse. La propia lucha de los afganos y pakistaníes, de uno y otro lado
de la frontera, ha descubierto el punto débil de las sofisticadas tropas de
Estados Unidos y Europa. Las largas rutas de abastecimientos se están
convirtiendo en cementerio de los enormes camiones y cisternas destinados a esa
tarea. Los aviones sin piloto, las comunicaciones más modernas, las sofisticadas
armas convencionales, radioeléctricas y hasta las nucleares, sobran.
Pero el problema es mucho más grave que lo que estas líneas expresan.
Seguimos, sin embargo, adelante con la síntesis del espectacular libro de
Woodward.
“CAPÍTULO 8
“Jack Keane, General retirado, muy cercano a Hillary Clinton, le advirtió que la
estrategia seguida en Afganistán era incorrecta, que el elevado número de
víctimas no iba a poner fin a la insurgencia, que esto tenía el efecto
contrario, que la única salida era una ofensiva contrainsurgente intensiva para
proteger a los afganos. McKiernan no estaba interactuando con los gobernadores
de las provincias. Keane le expresó que se recurría mucho a la lucha
antiterrorista y la estrategia contrainsurgente no marchaba a la par.
“Keane le propuso sustituir a McKiernan por el Teniente General Lloyd Austin III,
segundo al mando en Irak; y también propuso a McChrystal, agregando que éste
era, sin dudas, el mejor candidato.
“McChrystal había organizado buenas campañas antiterroristas en Irak, pero los
éxitos tácticos no se traducían en victorias estratégicas. Es por ello que la
contrainsurgencia era necesaria.
“CAPÍTULO 9
“En la audiencia de confirmación de Leon Panetta como Director de la CIA ante el
Comité de Inteligencia del Senado, este afirmó que la Agencia ya no enviaría a
los supuestos terroristas a otro país para que fuesen torturados, porque esto
estaba prohibido según las órdenes ejecutivas del nuevo Presidente. Él declaró
que tenía la sospecha de que la CIA enviaba personas a otros países para que
fuesen interrogadas utilizando técnicas que ‘violaban nuestras normas’.
“Hayden lo estaba observando por la televisión y se preguntaba, molesto, si
Panetta había ignorado la conversación que ambos habían tenido el mes anterior.
Hayden contactó a Jeff Smith, ex asesor general de la CIA, quien estaba ayudando
en la transición entre Hayden y Panetta y le amenazó diciéndole: ‘O bien él
retira lo dicho en su testimonio público mañana o tendremos el espectáculo donde
el actual Director de la CIA le diga al futuro Director de la CIA que no sabe de
lo que está hablando’. Hayden dijo que lo expresaría públicamente y que eso no
iba a beneficiar a nadie. Al día siguiente fue el Senador Kit Bond, de Missouri,
el jefe republicano del Comité de Inteligencia, quien le preguntó a Panetta si
él se retractaba de lo que había dicho el día anterior y Panetta dijo que sí.
“Hayden posteriormente se reunió con Panetta y le dijo que había leído sus
escritos, donde decía que el gobierno de Bush había seleccionado la mejor
información de inteligencia para alegar la existencia de armas de destrucción
masiva en Irak. Panetta había culpado de ello a una unidad especial del
Pentágono creada por Rumsfeld. Panetta respondió que no era cierto, que había
sido un error de ellos, y aceptó que se había producido en ese caso un
catastrófico fallo de inteligencia en la agencia de la cual iba a ser director.
“El 13 de febrero el presidente se reunió nuevamente con el Consejo de Seguridad
Nacional para discutir cuatro opciones para el despliegue de tropas en
Afganistán.
“1. Decidir sólo después de definir una estrategia.
“2. Enviar de inmediato a 17 000 efectivos.
“3. Enviar los 17 000 pero en dos partes.
“4. Enviar 27 000, con lo cual se daría cumplimiento a la solicitud del General
McKiernan.
“Clinton, Gates, Mullen y Petraeus apoyaron el envío de los 17 000 de inmediato.
Ésta también fue la recomendación de Jones. Richard Holbrooke, en un video de
seguridad, advirtió que 44 años atrás el Presidente Johnson debatía lo mismo con
sus asesores para el caso de Viet Nam. ‘No se puede olvidar la historia’,
agregó. Viet Nam nos había enseñado que las guerrillas ganan en una situación de
impasse, y que por lo tanto él apoyaba el envío de los 17 000. Obama finalmente
le notificó al Pentágono que había decidido enviar 17 000.
“CAPÍTULO 10
“El objetivo para el gobierno de Obama estaba claro: desmantelar y finalmente
derrotar a Al Qaeda y sus aliados extremistas, sus estructuras de apoyo y sus
santuarios en Pakistán, y evitar su regreso a Pakistán o Afganistán. Jones,
Gates y Mullen se preguntaban si podían confiar en los pakistaníes. Biden
proponía reforzar las operaciones anti-terroristas y concentrarse en Al Qaeda y
en Pakistán. Obama preguntó si el envío de 17 000 efectivos y posteriormente 4
000 más harían la diferencia y la respuesta fue que sí. Obama preguntó cuánto
costaría esta operación y la respuesta fue que no se sabía, que esto sólo era un
estudio y que no se había hecho un cálculo del presupuesto, pero que el costo de
colocar a un soldado estadounidense en Afganistán, incluidos los pagos como
veterano de guerra, el seguro de salud, el costo de la atención a sus
familiares, la alimentación y el armamento, ascendía a aproximadamente 25 000
dólares al año. El costo de un soldado afgano en el terreno ascendía a unos 12
000 dólares. Más tarde Obama confirmó que Pakistán sería el centro de cualquier
nueva estrategia.
“En una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional, Obama dijo que esperaba
contar durante al menos dos años con el apoyo popular para su estrategia. Biden
expresó que la suerte estaba echada, aunque haciendo notar que disentía, pero
aseguró que apoyaría la estrategia del presidente.
“CAPÍTULO 11
“Petraeus se mostraba preocupado. Le preocupaba convertirse en la víctima de sus
éxitos anteriores en Irak. Probablemente una contrainsurgencia no era la
estrategia correcta en Afganistán, pero Petraeus le había asignado la tarea de
estudiar el tema a un grupo de expertos en operaciones y actividades de
inteligencia, quienes tenían una opinión contraria. Parecía que el Presidente no
había aceptado sus argumentos a favor de una operación contrainsurgente. El
presidente anunció en un discurso su estrategia de desmantelar y derrotar a Al
Qaeda. Un editorial del diario The Washington Post elogió el plan con el
siguiente titular: ‘El precio del Realismo’. El discurso sorprendió a algunos.
El presidente personalmente le había hecho cambios al texto. Obama no se había
comprometido totalmente con el envío de todas las tropas solicitadas por el
ejército. Obama dijo que analizaría la cuestión nuevamente después de las
elecciones en Afganistán.
“El Secretario de Defensa Gates parecía cómodo con la decisión: Dos días después
declaró que no veía la necesidad de pedir más tropas o pedirle al Presidente que
las aprobara hasta tanto no se viera el desempeño de las mismas.
“El Presidente de Pakistán se reunió con Obama en su oficina. Obama le dijo que
no quería armar a Pakistán en contra de la India. Reconoció que habían avanzado
en Swat pero que el cese al fuego había provocado que los extremistas
subvirtieran la legitimidad del gobierno pakistaní, y que el gobierno estuviera
dando la impresión de que nadie estaba a cargo. Obama reconoció que Pakistán
actuaba ahora con más decisión, lo cual se había hecho evidente por su actuación
en Swat y por haber permitido que la CIA lanzara como promedio un ataque con
aviones no tripulados cada tres días en el curso del mes anterior. Los
pakistaníes habían lanzado una operación con 15 000 efectivos, una de las
mayores hasta el momento, contra los talibanes.
“El jefe del Estado Mayor Conjunto se daba cuenta de que la solución del
problema afgano estaba justo a la vista, merodeando por los pasillos del
Pentágono. McChrystal ya era una leyenda. Había trabajado más que nadie,
solucionando problemas y sin protestar. Cumplía a cabalidad todas las órdenes.
Gates finalmente anunció que McChrystal sería el nuevo comandante de las tropas
en Afganistán. ‘Nuestra misión allí’, dijo, ‘requiere nuevas ideas y nuevos
enfoques por parte de nuestros jefes militares’. Posteriormente Obama expresó
que él había estado de acuerdo con esta decisión porque confiaba en las
opiniones de Gates y Mullen, pero que no había tenido la oportunidad de
conversar personalmente con él.
“El 26 de mayo de 2009 apareció en el informe al Presidente uno de los más
sensibles reportes de inteligencia profunda. Su título era: Los reclutas de Al
Qaeda en América del Norte pudieran hacer cambiar los objetivos y las tácticas
en los Estados Unidos y en Canadá. Según el informe, alrededor de 20 partidarios
de Al Qaeda con pasaportes estadounidenses, canadienses o europeos se estaban
entrenando en los santuarios de Pakistán para regresar a sus países de origen y
perpetrar actos terroristas de alto perfil. Entre ellos se incluían media docena
del Reino Unido, varios canadienses, algunos alemanes y tres estadounidenses. No
se conocían sus nombres. Dennis Blair pensaba que los informes eran lo
suficientemente alarmantes y creíbles como para que el Presidente fuese
informado. Pero Rahm Emmanuel no estaba de acuerdo. Blair respondió, como asesor
de inteligencia del Presidente, que se sentía realmente preocupado y Emmanuel lo
acusó de estar tratando de responsabilizarlo a él y al Presidente.
“Al salir de la Casa Blanca Blair estaba convencido de que ambos vivían en
planetas diferentes con respecto a este tema. Cada vez más veía una falla en el
gobierno.
“CAPÍTULO 12
“El General Jones acostumbraba a viajar él mismo a Afganistán para hacer sus
propias valoraciones. Él era de la opinión de que los Estados Unidos no podían
perder esa guerra, porque la gente iba a decir que los terroristas habían ganado
y este tipo de acciones se iban a ver en África, América del Sur y otros
lugares. Las organizaciones como la OTAN, la Unión Europea y las Naciones Unidas
podrían quedar relegadas al basurero de la historia.
“Jones visita a los soldados heridos, se reúne con los coroneles y se entrevista
con McChrystal. McChrystal le confiesa que Afganistán estaba mucho peor que lo
que él esperaba. Advirtió que había sobradas razones para preocuparse y que si
la situación no se revertía pronto se haría irreversible. Jones pidió que le
enumerara los problemas y McChrystal comenzó a citar toda una letanía de ellos:
el número de talibanes en el país era muy superior a lo que se pensaba (25 000).
Jones comentó que eso era el resultado del tratado firmado entre Pakistán y sus
tribus, pues allí los nuevos talibanes podían ser entrenados sin interferencias.
El número de ataques talibanes se acercaba a los 550 semanales y en los últimos
meses se había casi duplicado. Las bombas a los bordes de la carretera estaban
matando a aproximadamente 50 efectivos de las tropas de la coalición cada mes, a
diferencia de la cifra de ocho registrada el año anterior.
“Jones insistía en que la nueva estrategia tenía tres etapas:
“1.- La seguridad.
“2.- El desarrollo económico y la reconstrucción.
“3.- La gobernabilidad por parte de los afganos bajo el imperio de la ley.
“Jones insistía en que la guerra no la iba a ganar sólo el ejército, que durante
el próximo año la parte de la estrategia que debía comenzar a funcionar era el
desarrollo económico, y que si eso no se hacía bien no iban a haber suficientes
tropas en el mundo para lograr la victoria. Jones aclaró que ésta era una nueva
época y que Obama no le iba a dar a los comandantes del ejército todas las
fuerzas que ellos pedían, como acostumbraba a hacer Bush durante la guerra en
Irak. Jones añadió que el Presidente sabía que estaba caminando por el filo de
una navaja, lo cual quería decir que no sólo eran tiempos difíciles y
peligrosos, sino que la situación podía avanzar en una u otra dirección.
“En la provincia de Helmand, Jones aclaró que la estrategia de Obama estaba
destinada a reducir la participación y el compromiso de los Estados Unidos, que
él no pensaba que Afganistán debía ser la guerra sólo de los Estados Unidos,
pero que había habido una tendencia a americanizarla.
“A su regreso Jones le informa a Obama que la situación era desconcertante; que
no había relación alguna entre lo que le habían estado diciendo durante los
últimos meses y lo que el General McChrystal estaba enfrentando. Obama le
pregunta al fin cuántas tropas se necesitaban y Jones le informa que aún no
había un número definido. Él pensaba que era necesario completar las dos
primeras etapas de la estrategia -desarrollo económico y gobernabilidad-, o de
lo contrario Afganistán simplemente se iba a tragar cualquier cifra adicional de
tropas.
“En el Pentágono la reacción era muy diferente. Jones fue acusado de querer
poner límites a la cifra de tropas. Éste alegaba que no era justo que el
presidente tomara la decisión que había tenido que tomar en marzo, y antes de
completar los 21 000 efectivos allí, decidir que como la situación era tan mala
se necesitaban de 40 000 a 80 000 efectivos adicionales.
“Entre la Casa Blanca y el Pentágono existía un abismo cada vez mayor, y esto
ocurría sólo cuatro meses después de que el Presidente diera a conocer su nueva
estrategia.
“CAPÍTULO 13
“Algunos funcionarios del gobierno estadounidense describían el gobierno de
Obama utilizando la terminología afgana, y decían que la presidencia estaba
poblada por ‘tribus’, lo cual reflejaba sus divisiones. La tribu de Hillary
vivía en el Departamento de Estado; la tribu de Chicago ocupaba las oficinas de
Axelrod y Emmanuel; la tribu de la campaña presidencial ocupaba el Consejo de
Seguridad Nacional, que estaba dirigido por el jefe de gabinete Mark Lippert y
el director de comunicaciones estratégicas Denis McDonough. A este grupo le
llamaban la ‘insurgencia’.
“La derrota del Talibán requería más tropas, dinero y tiempo que su
desmantelamiento. La derrota significaba una rendición incondicional, una
capitulación total; la victoria, ganar en el más amplio sentido de la palabra,
destruir completamente al Talibán.
“Richard Holbrooke se mostraba pesimista cerca de las elecciones del 20 de
agosto en Afganistán y expresó: ‘Si hubiese 10 resultados posibles en
Afganistán, 9 de ellos son malos. Todos ellos fluctúan entre la guerra civil y
las irregularidades’.
“Tan pronto cerraron los colegios de votación el 20 de agosto hubo reportes de
fraude en las urnas. Muchos funcionarios de Naciones Unidas y del Departamento
de Estado no abandonaron sus residencias para visitar los centros de votación
por razones de seguridad.
“El día posterior a las elecciones Hoolbroke y el embajador estadounidense se
reunieron con Karzai, al cual le preguntaron qué haría si había una segunda
vuelta. Karzai dijo que él había sido reelecto y que no habría una segunda
vuelta.
“Después de la reunión Karzai llamó al centro de operaciones del Departamento de
Estado y pidió hablar con Obama o con Hillary. El embajador estadounidense le
recomendó al presidente que no aceptara la llamada, pues Karzai se había
colocado a la defensiva diciendo que una segunda vuelta era imposible. Obama
estuvo de acuerdo en no hablar con él.
“Los informes de inteligencia describían a Karzai como una persona cada vez más
delirante y paranoico. Karzai les dijo: ‘Ustedes están en contra mía. Es un
complot entre los estadounidenses y los británicos’.
“En el mes de agosto se creó un grupo a fin de que entrevistara a los miembros
del grupo estratégico del General McChrystal que recién acababan de regresar de
Afganistán, con el objetivo de saber qué era lo que estaba ocurriendo en el
terreno, cómo iba la guerra, qué estaba funcionando y qué no. McChrystal le dio
al grupo tres preguntas a modo de guía para su estudio: ¿es posible cumplir la
misión?; y de ser así, ¿qué es necesario cambiar para que la misión se cumpla?;
¿se requieren más recursos para cumplir la misión?
“McChrystal le pidió al grupo que fuese pragmático y se concentrara en las cosas
que realmente funcionaban.
“El grupo llegó a la conclusión de que el ejército entendía relativamente poco a
la población afgana. No alcanzaba a comprender cómo las campañas de intimidación
lanzadas por los talibanes afectaban a la población. El acopio de información de
inteligencia era un desastre. El grupo descubrió que el 70 por ciento de los
requisitos de inteligencia se centraban en el enemigo. Algunos miembros del
grupo pensaban que dentro de uno o dos años la guerra estaría totalmente
americanizada. Los estadounidenses preferían que los aliados de la OTAN
aportaran dinero y asesores para las fuerzas de seguridad afganas, en vez de que
estuviesen merodeando por todo el país pidiendo apoyo aéreo para atacar a los
afganos de apariencia sospechosa.
“El grupo sólo tenía malas noticias para McChrystal. Se podía llevar a cabo la
mejor campaña de contrainsurgencia en la historia del mundo, y aún así ésta
fracasaría por la debilidad y la corrupción que existían en el gobierno afgano.
McChrystal quedó como si hubiese sido atropellado por un tren. De todos modos,
le dio las gracias al grupo.
“McChrystal le hizo saber a Gates que necesitaría 40 000 efectivos más. Tras
largas discusiones, Gates le prometió que le daría tantos efectivos como pudiera
mientras pudiera. ‘Usted tiene un campo de batalla allá y yo tengo un campo de
batalla aquí’, le dijo.
“CAPÍTULO 14
“Biden se había pasado cinco horas tratando de diseñar una alternativa para
McChrystal, la cual llamó ‘antiterrorismo plus’. En vez de una cantidad
intensiva de efectivos, el plan se concentraba en lo que él creía era la amenaza
real: Al Qaeda. Esta estrategia ponía énfasis en la destrucción de los grupos
terroristas mediante el asesinato o la captura de sus líderes. Biden pensaba que
era posible disuadir a Al Qaeda de regresar a Afganistán, y así evitar
enfrascarse en la costosa misión de proteger al pueblo afgano.
“Biden pensaba que Al Qaeda tomaría por el camino donde encontrarían menor
resistencia y que no regresarían a sus antiguos lugares de origen si:
“1. Los Estados Unidos mantenían al menos dos bases (Baram y Khandahar) para que
las Fuerzas Especiales pudieran operar en cualquier lugar del país.
“2. Los Estados Unidos contaran con fuerzas suficientes para controlar el
espacio aéreo afgano.
“3. Las redes de inteligencia humana dentro de Afganistán le proporcionaban
información acerca de los objetivos que serían atacados a las Fuerzas
Especiales.
“4. La élite de la CIA, una fuerza compuesta por 3 000 afganos para operaciones
anti-terroristas podían moverse libremente.
“Afganistán debía convertirse en un ambiente ligeramente más hostil para Al
Qaeda que Pakistán para que ellos decidieran no regresar.
“Obama necesitaba a alguien que lo guiara. Había estado en el Senado sólo cuatro
años, y Biden 35. El presidente pensaba que los militares no podían presionarlo,
pero ellos podían aplastar a un presidente inexperto. Biden acudió a Obama, y
éste le dijo: ‘Tú eres quien conoces a esa gente. Adelante. Presiona’.
“Obama confesó después que el quería que su vicepresidente fuese un detractor
agresivo, y que dijera exactamente lo que pensaba, que hiciera las preguntas más
difíciles, porque estaba convencido de que ésa era la mejor manera de servir al
pueblo y a las tropas, estableciendo un fuerte debate sobre estas cuestiones de
vida o muerte.
“Obama convocó a un pequeño grupo de los más experimentados miembros de su
equipo de seguridad nacional para analizar el informe clasificado de 66 páginas
elaborado por McChrystal, que en resumen decía que si no se enviaban más
efectivos era probable que la guerra terminara en un fracaso en los próximos 12
meses. El presidente agregó que las opciones en este caso no eran buenas y
aclaró que no aceptaría automáticamente la solución propuesta por el General ni
por nadie. ‘Tenemos que abordar esto con el espíritu de desafiar nuestras
propias presunciones’.
“Peter Lavoy, vicejefe de análisis de la oficina del director de la DIN,
consideraba que tras los ataques con aviones no tripulados, Bin Laden y su
organización habían sido golpeados, asediados, pero no acabados, que Al Qaeda se
había convertido en la sanguijuela del Talibán.
“Obama quería saber si era posible o no derrotar a Al Qaeda y cómo; si era
necesario destruir al Talibán para destruir a Al Qaeda; qué se podía lograr en
los próximos años; qué tipo de presencia era necesario tener en Afganistán para
poder contar con una plataforma antiterrorista eficaz.
“Lo que no se dijo y todos sabían era que un presidente no podía perder una
guerra ni hacer ver que la estaba perdiendo. Obama dijo que iba a ser necesario
trabajar durante cinco años y proponía considerar otras prioridades nacionales.”
Fidel Castro Ruz
Octubre 11 de 2010
6:00 p.m.
Reflexiones del Compañero Fidel:
El imperio por dentro (Primera parte)
10 Octubre 2010
Me asombra la ignorancia generalizada en torno a problemas vitales para la
existencia de la humanidad, en una época en que esta cuenta con fabulosos medios
de comunicación que no eran siquiera imaginables hace 100 años, algunos tan
recientes como Internet.
Hace apenas tres semanas se publicó la noticia de la pronta distribución de un
espectacular libro de Bob Woodward, periodista de The Washington Post, cuyos
artículos compartidos con Carl Bernstein, hace 38 años, dieron al traste con el
gobierno de Nixon por actos de espionaje contra el Partido Demócrata en junio de
1972, que originaron el escándalo de Watergate, por violaciones de leyes que la
sociedad norteamericana no podía darse el lujo de ignorar.
Me comuniqué con nuestro “embajador en Washington”, como yo califico a Jorge
Bolaños, jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en la capital de Estados
Unidos, y le rogué me enviara por lo menos dos ejemplares del libro que se
anunciaba cuando apareciera en las librerías. Bolaños envió cuatro ejemplares.
El texto, por supuesto, está en inglés; pasará -como es habitual- mucho tiempo
antes de que más de 500 millones de personas en el mundo capaces de hablar o
comprender el español, incluidos los inmigrantes latinoamericanos en Estados
Unidos, puedan leerlo en ese idioma.
Me comuniqué con una de nuestras mejores traductoras de inglés, rogándole un
esfuerzo especial para sintetizar el contenido del mismo. El voluminoso ejemplar
en ese idioma, titulado “Las guerras de Obama”, cuenta con 33 capítulos y 420
páginas.
Debo señalar que en sólo tres días me entregó una síntesis de los 33 capítulos,
en 99 páginas con letra de 18 puntos.
Cumpliré el deber de transmitir el contenido de ese libro, utilizando
textualmente las palabras diáfanas y precisas que me envió la especialista de
nuestro servicio de traducción del idioma inglés. Emplearé para ello el espacio
de las Reflexiones durante varios días.
No sería posible entender nada de la actual política de Estados Unidos si se
ignora el contenido de ese libro de Woodward, quien es poseedor de más de un
Premio Pulitzer; por supuesto, no tiene la más mínima intención de liquidar al
imperio.
Nuestro país será el primero del mundo en conocer de forma articulada el
contenido esencial de este libro. Como se conoce, en Cuba todos los ciudadanos
poseen altos niveles de escolaridad y es el país con más alto índice de jóvenes
matriculados en las universidades.
Nuestra principal fuerza no está en las armas; está en las ideas.
“CAPÍTULO 1:
“Dos días después de resultar electo Presidente, Obama convoca al director
nacional de inteligencia, Mike McConnell, para una reunión en Chicago con el
objetivo de conocer detalles sobre las más secretas operaciones de inteligencia
del amplio sistema de espionaje de los Estados Unidos. Otros funcionarios
participarían del encuentro, pero McConnell aclaró que tenía orientaciones del
ex presidente Bush de no revelar esta información relacionada con los espías,
las nuevas técnicas de infiltración de Al Qaeda, las guerras en Irak y en
Afganistán y la protección de la nación, a nadie más que no fuera el presidente
electo.
“Michael J. Morell, jefe del Departamento de análisis de la CIA, y McConnell se
sentaron a solas con Obama en un cuarto de seguridad. Se le informó, entre otros
temas, que la principal amenaza para los Estados Unidos provenía de Pakistán, y
que ésta era la prioridad No. 1 de la DNI. Si los Estados Unidos se retiraban,
la India y Pakistán llenarían el vacío de poder en Afganistán. Lo mejor era que
Obama buscara la paz entre estos dos países. Bush había ordenado los ataques de
aviones no tripulados contra los campamentos en Pakistán e instruyó que se le
notificara a este país de manera “concurrente”, es decir, mientras se producía
el ataque o, para mayor seguridad, unos minutos después.”
Recomendamos a los lectores ir reteniendo los nombres de cada una de las
personalidades mencionadas, así como las teorías elaboradas para justificar los
hechos increíbles que llevan a cabo.
“Al Qaeda reclutaba a personas de 35 países cuyos pasaportes no necesitaban visa
para entrar en los Estados Unidos, y eso era una gran preocupación. A Obama se
le informaron las palabras claves para los ataques de los aviones no tripulados
(SYLVAN-MAGNOLIA), sólo conocidas por las personas con el más alto nivel de
acceso a los temas de seguridad, entre las cuales se encontraba ahora el nuevo
presidente.
“Los principales éxitos provenían de las fuentes humanas, los espías en el
terreno, que le indicaban a la CIA hacia dónde mirar, a dónde ir de cacería y
dónde matar. Los espías eran los verdaderos secretos que Obama llevaría consigo
de ahora en lo adelante. La CIA era muy cuidadosa con sus fuentes.
“Cada una tenía un nombre en clave, como, por ejemplo, MOONRISE. Cuando
demasiadas personas sabían de él o ella o de sus éxitos, se le liquidaba. El
oficial al frente del caso informaba que MOONRISE había hecho el sacrificio
máximo, pero la persona en cuestión no había muerto realmente. Sólo su código
cambiaba, y ahora la CIA tendría otra fuente llamada SOOTHING STAR, la misma
persona con un nuevo nombre.
“Un secreto importante que nunca había sido reportado en los medios ni en
ninguna otra parte era la existencia de un ejército encubierto de 3 000 hombres
en Afganistán, cuyo objetivo era matar o capturar a los talibanes y en ocasiones
adentrarse en las zonas tribales para pacificarlas y obtener apoyo.
“McConnell y Morell se refirieron al programa nuclear iraní. Se sabía que ellos
trataban de obtener el arma nuclear y que había instalaciones ocultas. McConnell
dijo estar seguro de que Irán obtendría un arma nuclear tipo fusil,
probablemente primitiva, pero que pudieran detonarla en el desierto con un gran
efecto y que en su opinión esto ocurriría entre el año 2010 y el 2015.
“Otra gran amenaza era Corea del Norte, que tenía suficiente material como para
fabricar seis bombas. Los coreanos iban a conversar, iban a mentir, iban a
amenazar con retirarse y después iban a tratar de renegociar.
“Los chinos habían pirateado las computadoras de la campaña de Obama en el
verano de 2008 y también las de McCain, y habían sacado ficheros y documentos a
una velocidad asombrosa. McConnell dijo que los Estados Unidos eran vulnerables
a los ataques cibernéticos.”
De inmediato, el libro de Woodward refleja la primera reacción de Obama ante el
enredo y la complejidad de la situación creada por la guerra antiterrorista
desatada por Bush.
“Obama le comentó a uno de sus más cercanos asesores que había heredado un mundo
que podía explotar en cualquier momento en más de 6 formas diferentes, y que
contaba con medios poderosos pero limitados para evitarlo. Obama reconoció que,
después de las elecciones, todos los problemas del mundo eran vistos como su
propia responsabilidad y que las personas decían: ‘Usted es la persona más
poderosa del mundo. ¿Por qué no hace usted algo al respecto?’
“CAPÍTULO 2
“John Podesta, ex jefe de gabinete de Bill Clinton, estaba convencido de que la
política debía diseñarse, organizarse y monitorearse a través de un sistema
centralizado en la Casa Blanca. Pero Obama tenía en mente a otro para el cargo:
Rahm Emmanuel, quien se convirtió en el No. 3 de la Casa Blanca. Ambos eran de
Chicago pero no se conocían bien.
“Obama, en su condición de candidato presidencial, le había dicho a David
Petraeus en Irak que le pidiera todo cuanto él necesitara si finalmente se
convertía en comandante en jefe del ejército. Obama estaba preparado para decir
‘no’ a lo que Bush había dicho ‘sí’.
“Petraeus casi redefinió el concepto de guerra en un nuevo manual de su autoría
(Counterinsurgency Field Manual) que puso en práctica en Irak. Su idea principal
era que los Estados Unidos no podían salirse de la guerra. Tenían que proteger y
ganarse a la población, vivir entre ellos, para que un gobierno estable y
competente pudiera prosperar. El nuevo soldado, según él, debía ser un
trabajador social, un planificador físico, un antropólogo y un psicólogo.
“Petraeus tenía pocos hobbys (no pescaba, no cazaba, no jugaba golf). Podía
pasar por un hombre de 35 años. Podía correr 5 millas en alrededor de 30
minutos. Obtuvo el grado de Doctor en la Universidad de Princeton. Su padre
murió y él decidió permanecer en Irak para supervisar la guerra. Los iraquíes lo
llaman el Rey David. Algunos de sus colegas lo llaman La Leyenda de Irak. Pero
la presidencia de Obama iba a cambiar el estatus de Petraeus.
“CAPÍTULO 3
“El nuevo Director de la CIA, Mike Hayden, viaja a Nueva York para discutir con
el Presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, sobre los ataques de los aviones no
tripulados ‘Predator’ en el interior de ese país. La gran lección aprendida en
la Segunda Guerra Mundial y en Viet Nam era que los ataques desde el aire,
incluso los bombardeos masivos, no pueden ganar una guerra.
“Los medios de prensa pakistaníes se preocupaban por el número de víctimas
civiles. Pero la muerte accidental de pakistaníes era sólo parte de la historia.
“En una reunión que sostuvo Hayden con el presidente pakistaní, este último le
dijo: ‘Mate a los principales. Los daños colaterales les preocupan a ustedes,
los estadounidenses. A mí no me preocupan’. Zardari le daba así luz verde a la
CIA y Hayden agradeció su apoyo.
“En una de sus largas conversaciones, Obama abordó el tema de Hillary Clinton
con David Axelrod, su principal asesor político y el más cercano a él. Éste le
preguntaba a Obama cómo podía confiar en Hillary. Obama contestó. “Creo
conocerla bien. Si es parte del equipo, va a sernos fiel”. Ella se mantuvo al
lado de su esposo durante el escándalo de Mónica Lewinsky y Obama quedó
impresionado por su resistencia. Él necesitaba a alguien con la estatura
suficiente como para convertirse en un actor principal en la escena
internacional.
“La Clinton no estaba convencida de que ese puesto sería para ella. No existía
ninguna reserva de confianza entre el equipo de ella y el de él.
“Vinieron después los problemas con su esposo y los contribuyentes de fuertes
sumas para su biblioteca presidencial, su fundación y la Iniciativa Global
Clinton. Los abogados de Obama dijeron que estas empresas no podían aceptar
dinero si Hillary era nombrada Secretaria de Estado. Ella reconocía que esto era
un gran obstáculo pero que no enviaría a Bill a vivir en una cueva durante
cuatro u ocho años. ‘No voy a decirle que cancele las operaciones que tiene en
26 países y que están salvando vidas’, dijo ella. ‘No vale la pena’. Podesta le
prometió que trabajarían en eso.
“Se preparó un discurso donde ella le daba las gracias a Obama, por teléfono,
por haberla tenido en cuenta para el cargo, pero Podesta se encargó de que ambos
no pudieran conectarse.
“El ‘no’ de Hillary se transformaba en un ‘quizás’. Marke Penn, el principal
estratega de su campaña, pensaba que si se mantenía en el Departamento de Estado
durante ocho años, estaría en la mejor posición para nominarse como Presidenta
nuevamente. Sólo tendría 69 años, la misma edad de Reagan cuando asumió el
poder.”
“CAPÍTULO 4
“James L. Jones, un General retirado, consideraba que el gobierno de Bush era
asombrosamente desorganizado y penosamente poco serio en lo que respecta a la
paz en el Medio Oriente. Jones dijo que el Consejo de Seguridad de Bush carecía
de personal y era disfuncional, y que el asesor para la seguridad nacional tenía
que aplicar medidas para garantizar un avance razonable en el logro de los
objetivos.
“Un sector demasiado amplio de la política estaba en el módulo de piloto
automático, y el asesor de seguridad nacional tenía que encontrar la forma de
lograr resultados sin tener que controlar al detalle lo que los diferentes
departamentos y agencias debían hacer. Obama preguntaba cómo se debía lograr
eso. Convenza a sus subordinados de que la visión de ellos es la suya, le
recomendaba Jones. [...] Obama decidió que Jones fuera su asesor para la
seguridad nacional.”
“Jones se sorprendió de que Obama lo nombrara para este cargo de tanta
responsabilidad y que confiara en alguien que apenas conocía. Jones pensaba que
todo se basaba en las relaciones personales, y él no mantenía tales relaciones
con Obama.”
“El 26 de noviembre Bush convocó una de las últimas reuniones del Consejo de
Seguridad Nacional para analizar un informe muy secreto sobre la guerra en
Afganistán, elaborado por el teniente general del Ejército Douglas Lute,
conocido como el Zar de la Guerra. El informe concluyó diciendo que los Estados
Unidos no podrían mantenerse en Afganistán a menos que se resolvieran tres
grandes problemas: mejorar la gobernabilidad, disminuir la corrupción y eliminar
los santuarios de los talibanes en Afganistán.”
Viene ahora otro sorprendente episodio, tras el cual estaba la mano del gobierno
de Estados Unidos, demostrando el riesgo del que nos habló hipotéticamente el
autor de la teoría del “Invierno Nuclear”. Bastaría -nos dijo- una guerra entre
Paquistán y la India, los dos países que menos armas atómicas poseen en el Grupo
de los 8 que pertenecen al “Club Nuclear”. Lo que se revela en el libro “Las
guerras de Obama”, demuestra que cualquier irresponsabilidad de la política de
Estados Unidos puede conducir a la catástrofe.
“Condoleezza Rice no se sintió complacida con el informe. Bush decidió que no
iba a hacerlo público. Posteriormente, 10 personas armadas comenzaron a merodear
por la ciudad india de Bombay, creando un espectáculo de caos y violencia
transmitido en vivo por la televisión durante 60 horas. Seis ciudadanos
estadounidenses resultaron muertos. La operación fue organizada por un grupo
conocido por la sigla LeT, que significa el Ejército de los Puros, y estaba
siendo financiado por la agencia de inteligencia de Pakistán. Bush quería evitar
tensiones entre la India y Pakistán. La base de su mandato era cero tolerancias
para los terroristas y sus aliados. El FBI se horrorizó al ver que una operación
de bajo costo con el uso de la alta tecnología había paralizado a la ciudad de
Bombay. Las ciudades estadounidenses tenían el mismo grado de vulnerabilidad. Un
funcionario del FBI expresó: ‘Bombay lo cambió todo.’
“CAPÍTULO 5
“Al asumir el cargo como director de la CIA, Hayden había heredado una
organización que, según él, padecía del ‘síndrome del niño golpeado’.
“Obama lo había convocado para una reunión de información sobre las operaciones
encubiertas. Hayden consideró que ésta era la oportunidad de probar cuán graves
eran las amenazas y cuán seriamente se las tomaba la CIA. Se refirió a 14
operaciones altamente secretas, cuyo objetivo era llevar a cabo operaciones
clandestinas y letales contra el terrorismo, impedir que Irán desarrollara armas
nucleares, disuadir a Corea del Norte de no fabricar más armas nucleares, llevar
a cabo operaciones contra la proliferación en otros países, operar de manera
independiente o en apoyo a los Estados Unidos en Afganistán, aplicar una serie
de operaciones letales y otros programas en Irak, apoyar los esfuerzos
clandestinos en aras de detener el genocidio en la región sudanesa de Darfur,
brindarle a Turquía información de inteligencia para que impida que el Partido
de los Trabajadores en el Kurdistán establezcan un enclave separatista dentro de
Turquía.
“El 5 de enero de 2009 Hayden se entera, por un artículo publicado por la
versión en línea del diario The Washington Post, que había sido sustituido como
director de la CIA y en su lugar habían nombrado a Leon Panetta. Hayden
consideraba que ser reemplazado por un político era una humillación personal.
Panetta posee habilidades para construir relaciones personales. Hayden, en su
encuentro con Panetta, le advierte: 1) Usted es el comandante de la nación en la
guerra global contra el terrorismo; 2) Cuenta con el mejor personal del gobierno
federal. 3) he leído algunos de sus artículos; no vuelva a utilizar las palabras
CIA y tortura en el mismo párrafo. La tortura es una felonía. Puede no gustarte
pero no digas nunca que hay tortura. Legalmente la CIA no ha torturado a nadie.
McConnell le advirtió a Panetta: ‘Tienes que entender la batalla que vas a tener
que librar con la CIA, porque ellos te ven como si fueras el enemigo.’
“CAPÍTULO 6
“Obama le pide a Biden que viaje a Afganistán y a Pakistán antes de su
investidura como presidente y le pide que lleve a un Republicano. Lindsey
Graham, de Carolina del Sur, es el seleccionado.
“Biden le dijo oficialmente al Presidente pakistaní cuál era la idea de Obama:
Afganistán sería su guerra; en breve enviaría más tropas, pero para ello
necesitaba trabajar de conjunto con Pakistán.
“Zardari por su parte reconoció no tener tanta experiencia como su difunta
esposa, Benazir Bhutto, pero que su misión no era diferente, y necesitaba que
los Estados Unidos le ayudaran a ganar un apoyo suficiente en el plano interno;
que existía mucho anti-americanismo en el país…”
“Biden le advirtió que para ello era necesario que Zardari dejara de jugar en
los dos bandos, pues la CIA pensaba que había mucha información de inteligencia
que estaba siendo utilizada para alertar a los campamentos de los terroristas en
contra de los ataques de los aviones no tripulados.
“Biden y Graham partieron hacia Kabul. Después de las elecciones de 2004 las
relaciones de Karzai con los Estados Unidos se habían tornado muy volátiles. Con
frecuencia criticaba a los estadounidenses por el número de víctimas civiles.
Las evidencias de corrupción en su gobierno y en su familia exacerbaban las
tensiones con los Estados Unidos.
“Biden le advirtió a Karzai que no estaba interesado en hacerle la vida difícil,
pero que de él dependía en gran medida el éxito de los Estados Unidos.
“Karzai convocó a varios miembros de su gabinete para que le informasen
directamente a Biden y a Graham lo que estaban haciendo. A Karzai se le dijo que
Obama quería ayudar, pero que esa idea de levantar el teléfono y llamar al
Presidente Obama, como él hacía con Bush, ya no iba a ocurrir más. Biden le
criticó a Karzai su incapacidad de gobernar todo el país, su negativa a recorrer
el país para crear consenso entre las diferentes tribus, las casas suntuosas de
los funcionarios afganos cercanas al palacio presidencial, sin dudas pagadas por
los Estados Unidos. ‘Usted es sólo el alcalde de Kabul’, le dijo Biden a Karzai.
“Karzai les criticó el alto número de víctimas civiles y Biden se comprometió a
minimizarlas, pero le advirtió que tenía que estar con ellos en esta guerra; que
si ésta no era una guerra para ellos, los Estados Unidos no enviarían más
soldados. Karzai respondió que no estaba haciendo ninguna crítica, sino
haciéndoles saber que existía un problema.
“Biden sugirió tratar el asunto en privado, no en una conferencia de prensa, y
Karzai no estaba de acuerdo. Las víctimas civiles eran un problema público y
Biden lo había denigrado ante los miembros de su gabinete. Karzai advirtió que
el pueblo afgano no lo iba a tolerar; que los afganos debían ser sus aliados, no
sus víctimas. El embajador William Word intervino para decir que la conversación
había sido útil pero que demostraba que existían frustraciones de ambas partes.
“Biden se entrevistó con David McKiernan, el jefe de las tropas estadounidenses
en Afganistán, quien le dijo que para ganar esa guerra era necesario el envío de
los 30 000 efectivos aún pendientes desde el gobierno de Bush. Biden indagó
acerca de Al Qaeda y David le respondió que no había visto ni un solo árabe en
dos años allí. Ello confirmaba las sospechas de Biden: Al Qaeda, el motivo
principal de esta guerra, era un problema pakistaní.
“Biden le recomendó a Obama tomar distancia con Karzai. Graham le confesó: ‘Sr.
Presidente, estamos perdiendo esta guerra.’ Graham estaba convencido de que era
imposible ganar la guerra en Afganistán si se perdía la guerra en Irak.
“CAPÍTULO 7
“La ceremonia de investidura de Obama el 20 de enero estuvo a punto de
suspenderse. Información de inteligencia confiable indicaba que un grupo de
extremistas somalíes planeaba atacar a Obama con explosivos. Sin embargo, toda
la atención se concentraba en el discurso de Obama y en qué diría.
“El general Petraeus se encontraba nuevamente en Afganistán.
“Obama convocó una reunión de su grupo nacional de seguridad el 21 de enero. La
decisión clave era nombrar a Petraeus al frente del Comando Central. Obama pidió
que se le propusieran tres opciones acerca de la guerra en Irak. Ordenó que se
hiciera un estudio en 60 días para saber ‘cómo íbamos a llegar a donde queríamos
llegar’. Una de las opciones a tener en cuenta, a solicitud el Presidente, era
el retiro de las tropas en un período de 16 meses.
“Un equipo de 80 personas comenzó a estudiar la situación de Afganistán. Se
analizaron los interrogatorios a los prisioneros, los reportes del campo de
batalla, los registros financieros, la propaganda y los comunicados emitidos por
los talibanes.
“Al preguntar Petraeus qué se había encontrado, Derek Harvey, de la Agencia de
Inteligencia para la Defensa, le respondió que la situación era como la de un
ciego ayudando a caminar a otro ciego; que los Estados Unidos tenían un gran
desconocimiento acerca de la insurgencia afgana, quién era el enemigo y dónde
estaba, cómo veían ellos esta guerra y cuáles eran sus motivaciones. Se sabía
demasiado poco acerca del enemigo como para trazar una estrategia que condujese
a la victoria. Harvey trataba de revolucionar la obtención de información de
inteligencia y se dedicó por entero a ello. Él era de la opinión de que la
guerra podía ganarse, pero que el gobierno de los Estados Unidos iba a tener que
hacer grandes compromisos durante muchos años; que quizás no iban a tener mucha
aceptación entre los electores. ‘Yo creo que la guerra en Afganistán se puede
hacer, pero no se puede vender’, expresó Harvey.
“Obama anunció que el envío de nuevos efectivos tendría que anunciarse como
parte de una nueva estrategia. Petraeus indicó que los objetivos no se
alcanzarían sin una mayor cantidad de tropas, que no se podía contar sólo con
los ataques de los aviones no tripulados. Petraeus insistió en el envío de los
30 000 efectivos. Obama preguntó si era necesario enviar todas esas tropas a la
vez, y advirtió que era necesario antes contar con una estrategia y que el
Presidente necesitaba se le propusieran las decisiones a tomar. El Presidente
parecía entender que esta guerra no se ganaría en uno o dos años. El Presidente
abandonó la reunión para cumplir otros compromisos sin haber tomado ninguna
decisión al respecto.”
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 10 de 2010
6:00 p.m.